Capitulo - 4 El

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Amira Schwarz

Siento como mi cuerpo pesa y me cuentas mover cada fibra de el, lentamente voy abriendo mis ojos, no hay mucha iluminación pero tampoco está completamente oscuro, me tensó al sentir que abren la puerta y por ella se asoma una chica con una bandeja en mano.

- Hola soy Ciena - dice la chica presentándose - papá y yo te encontramos y trajimos a casa, prepare algo de sopa debes de tener hambre no.?.

- ...

Yo solo me limito a ver cada uno de sus movimientos, es linda, no es muy alta, esta vestida muy sencilla, con unos tenis, jeans gastados y un suéter de lana gris, es de abundante cabellera rubia, ojos verdes. Sus rosados labios de mueven sin parar y no me avergüenzo en decir que e dejo de escuchar lo que dice, unos toques a la puerta la hacen callar.

Entra un hombre pero el rugir de mi estómago hace centrar mi atención en la bandeja que tiene Ciena en sus manos.

*****

Son las 4 de la mañana aproximadamente Ciena duerme profundamente a mi lado, por lo que tengo entendido es su habitación la que compartimos, bajo con cuidado de la cama para no despertarla, rebusco entre sus cosas un teléfono celular y una vez conseguido me encierro en el baño.

Marco un código y luego el contacto para hacer la llamada segura y en el segundo tono una voz cansada me recibe.

LLAMADA

- Diga.

- Estoy bien - es lo primero que puedo artícular, lo e extrañado con locura.

- Dios santo Amira.!. - grita.

Calmar a mi hermano fue algo difícil de lograr, le conté en parte lo ocurrido y quién podía estar detrás de todo. No antes sin recibir un sermón tamaño latinoamericana por irresponsable.

Me sorprendí demasiado al saber que a pasado casi un mese desde el dichoso evento en Sidney, ahora cada fibra de mi cuerpo dolía como si fuese dejado que un tren de carga, hiciera tu trabajo por mi pequeña anatomía.

*****

2 días desde que desperté en una cómoda habitación y desde entonces me encuentro al cuidado de la familia Rolling. La luz y alegría de la casa, sin duda es Ciena todo en ella irradia alegría, diversión, espontaneidad mientras que su padre es más reservado y serio. Una familia muy diferente a las cuales estoy acostumbrada llenas de hipocresía y prejuicios.

Allen solo en mis pensamientos me permito llamarlo por su nombre, ese hombre me atrae, intriga e interesa de una manera alarmante. Es alto, cabello castaño, cejas pobladas - pero no de una forma exagerada - ojos claros, nariz perfecta, la barba le a ido creciendo desde que lo conocí, se le ve tan sensual, labios perfectamente apetecibles, hombros anchos, espalda recta, brazos fuertes pero no demasiado, piernas largas y un trasero - Dios - esta para morderlo - ( Grrr dice mi subconsciente )

Lo e pillado observándome con descaro y me gusta, ver con no le resultó indiferente.

Mi secuestro y mis problemas pasan a un segundo plano cuando se trata de el, siento que en cualquier momento, me le voy a tirar encima como gata en celo, solo necesito de un pequeño gesto para armarme de valor ante el, sus tentativos y carnosos labios que me invitan al pecado mismo, necesito probarlos al menos una vez, necesito saciar mi sed y hambre de el. Siento que por el, encarnó la lujuria misma y a su vez me siento sucia e inmoral por desean con vehemencia, al padre de lo que puedo considerar mi primera amiga real.

Enos aquí en un centro comercial siendo arrastrados por Ciena para comprar algo de ropa, porque según ella tengo un cuerpo despampanante que hay que lucir pero no como una zorra descarada como lo hace ver su ropa en mi, sus palabras exactas no las mias.

QUÉDATE A MI LADO ( BORRADOR )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora