Capitulo - 8 Rebeldía

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Amira Schwarz

Entro en la cocina y le pido a mi nana que me ayude con algo, salgo corriendo escaleras arriba. Sé que esto no saldrá muy bien pero lo necesito.

Said se molestará pero no será mucho más que eso, por contrario es la reacción de mi hermano la que me preocupa, pero no pienso seguir aquí ni un segundo más.

*****

Nos encontramos en un café le insistí a Martínez que tomara asiento junto a mi, mientras Said está a dos mesas de distancia.

Bien hora del plan.

- Martínez voy por pedazo de pastel gustas de algo.?.

- No se preocupe señorita estoy bien yo puedo ir por su pedido.

- No nada de eso, no quiero sentirme inútil más de lo que lo hago ahora, hace algo de frió, chocolate caliente tal vez.?. - ella solo asiente.

- Said chocolate.?. - solo asiente.

Hago mi pedido y una vez en la bandeja, de forma audaz dejo algo de sofnifero en ambas bebidas.

- Aquí tienes y un brownie - le dejo a Said.

- Ten - Martínez no duda y toma de su chocolate.

Hace una mueca pero no dice nada.

- Me encanta el dulce y a ti que te gusta Martínez.?.

- Mi trabajo señorita - arrugó la nariz que mujer más difícil y yo intentando hacer conversación.

Luego de unos 5 minutos en silencio decido de que ya es hora.

- Quiero ir de compras. Nos vamos.?. - pregunto a ambos los cuales solo asienten.

Salimos de la cafetería y yo solo puedo sonreír.

Lo único que necesite hacer fue que subieran al auto, para que ambos cayeron en la inconsciencia, yo solo tuve que manejar al hangar donde nos esperaba un jet privado, cortesía nana Sally juntos a los pasaportes de ambos guardaespaldas.

Escapar no fue la mejor de mis ideas lo admito, pero New York sin duda es el mejor destinó.

Said no estará muy contento que digamos y mi hermano mucho menos pero ya está echo, solo hay que esperar un par de horas para aterrizar.

*****

No tuve que empacar nada, tengo un departamento en la cuidad, Said tiene una habitación y con Martínez tal vez debamos comprarle algo.

Como esperaba los regaño no tardaron en llegar, Said estaba al borde de la histeria porque lo avía drogado, y porque estábamos aterrizar en otro continente, amablemente le pedí que no le dijera nada a mi hermano se rehusó muchas veces pero al final termino cediendo.

Martínez bueno, ella era como si no estuviese. Tampoco es que me importase mucho su opinión, un pensamiento egoísta pero solo estaba para hacer su trabajo y no para hacer de mi amiga, ya lo avía dejado bastante claro las últimas semanas.

- Cuanto tiempo crees poder ocultar tu osadía jovencita.?. - Said pregunta notablemente irritado.

- Con que ya no es señorita.?. - pregunto burlona ignorando su pregunta.

- Esto terminara muy mal, su hermano va a molestarse.

- Pues ya es tarde para eso y gracias a mi nana, mi hermano cree que estamos disfrutando de unos días en la residencia menor.

No se dijo nada más, el trayecto en el auto ocurre en completo silencio.

Le pido a Said ir de compras ya que Martínez necesitará ropa, me mira mal pero no puede negarse y lo sabe.

QUÉDATE A MI LADO ( BORRADOR )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora