Capitulo - 6 Ella

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Allen Rolling

An pasado 2 días Amira se a ido recuperando de forma favorable, los hematomas en las áreas visibles de su cuerpo están desapareciendo, Ciena no la a dejado sola en ningún momento, an entablado amistad rápidamente aunque Amira solo le responda con monosílabos, tal vez se le dificulte el idioma puedo notar un peculiar acento en ella pero a Ciena no le importa, ella se encarga de hablar por las dos. En cuanto a la policía Amira me a pedido que no los llamé, e descubierto por la mala que esa chica ejerce un gran control sobre mis decisiones y aunque sé que está mal, que se debería notificar a las autoridades, no lo hago porque así ella me lo a pedido.

Mientras que Ciena alega que a sido una experiencia muy traumática que no quiera recordar. Así que aquí estamos en el centro comercial Ciena a tenido la brillante idea de comprar ropa para Amira ya que la suya le queda algo pequeña - y gracias al cielo por esa idea - los días an sido tortuosos para mi, ver cómo la ropa de mi hija le queda unas tallas más chicas, realzando asi de manera alarmante sus atributos, al menos ahora ya no será una tentación andante para mi.

Me siento avergonzado de admitir que me a pillado más de una vez detallando cada parte de su anatomía con descaro y gracias al cielo mi hija no sé a percatado de eso. No entiendo cómo puedo estar así por una chica 17 años mas joven.

*****

Nos encontramos en un McDonald's y el ambiente está algo tensó, no sé cómo Ciena no lo a notado, fijo mi vista en Amira y se remueve incomoda en su lugar.

- Disculpen necesito ir al baño.

- Te acompaño - interviene rápidamente mi hija.

- No yo voy y vuelvo rápido - trata de sonreír

Ciena lo entiende y no dice nada más, deja que desaparezca de nuestra vista.

- Muy bien papá que le hiciste.?. - su voz es de reproche.

- Que te hace pensar que le hice algo.?.

- No soy tonta papá algo pasa y tienes que ver con su repentino cambio de actitud.

- Solo déjalo estar Ciena - me mira mal pero se limita aver para otro lado.

Amira está tardando y cuando Ciena está dispuesta a ir por ella, aparece la mencionada con la mirada algo pérdida.

- Porque tardabas todo bien.?. - inquiere mi hija, Amira solo le dedica un asentamiento de cabeza.

*****

Cierro mis ojos y aún puedo verla tan sensual e inocente en su conjunto de lencería, jamás pensé que ella tomaría la iniciativa, sus labios - fueron la cosa mas dulce y apetecible que probe en años - una combinación de dulces y cítrico, suaves y tersos, tan insaciables. Solo quería darle duro contra el muro, salvaje y primitivo.

El solo recordar la sensación de su piel en mis manos y sus labios en los mios hace que me ponga duro como piedra - si solo mi maldita conciencia no fuese echo acto de presencia - todo hubiera sido muy distinto, alejarla de mí fue una de las cosas más difíciles que pude aver echo en mi vida y me arrepentiré el resto de la misma.

Verla allí de pie con el cabello alborotado, sus pupilas dilatadas, mejillas sonrojadas, labios entre abiertos, respiración agitada mientas temblaba levemente, más me daban ganas de hacerla llorar con mis embestidas, si no fuese dicho lo que dije en ese momento ya la abría echo mía en ese vestidor sin importarme nada. Ni siquiera Karola la madre de Ciena despertó en mí este instinto tan animal.

Jamás olvidaré su expresión de dolor y arrepentimiento.

- Maldición.!. soy un idiota y ella una niña. Que mierda está mal en mi.?.

QUÉDATE A MI LADO ( BORRADOR )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora