14º "Escape."

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Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a NaokoTakeuchi, solo los utilizo porque me gusta perder mi cabeza en historias locas.

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Senderos Perdidos

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14º "Escape."

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Yaten

Seiya estaba apoyado contra la puerta cerrada, mirando como yo no podía dejar de pasearme de un lado a otro, aunque no era mucho el espacio en la única habitación que él tenía en su escondite.

Hace unas horas, cuando al fin me puse de pie y me alejé de la cabaña, quise ir a muchos lugares, deseé caminar y perderme mientras ordenaba lo que pensaba y sentía, pero Taiki me tenía bastante amenazado para que no se me ocurriese andar dando vueltas donde los Black o Ace pudieran encontrarme.

Aunque claramente fui directo a donde Ace podría haberme disparado de nuevo.

Tuve tantas preguntas sobre sus acciones y palabras, pero era obvio que lo que más me tenía intranquilo, era lo que dijo sobre el supuesto estado de Mina. Y de todos los lugares a los que pude o quise ir, de alguna forma, terminé yendo donde mi hermano, esperando que algo pudiese decirme que fuera de ayuda.

—¿Puedes de una vez hablar? —interrumpió —. Estamos hace rato aquí encerrados, Serena creerá que tienes malas noticias sobre Mina —me presionó. Y bueno, tenía razón en parte.

—Es sobre Mina —aclaré al fin, deteniendo mi inútil paseo, necesitando sacarlo de mí, aun cuando sabía que era mejor quedarme callado, porque eso siempre me había funcionado.

—¿Qué está pasando? —quiso saber, y yo quise tener una respuesta real, pero ya no sabía qué ocurriría con todo esto, y me estaba matando.

Era tiempo de soltarlo, y Seiya era la persona que me parecía más adecuada para soportar mi falta de calma.

—Fui a mi cabaña, Ace apareció allí, fue a encararme —le dije, intentando ordenar mi cabeza para hablarle.

Seiya frunció el ceño acercándose a mí, quizá para darle énfasis a sus insultos.

—¿Cómo puedes ser tan imbécil? Saqué todo lo que necesitábamos de ahí, no tenías a qué ir —me reprendió, como un niño malcriado. Y era tan extraño que Seiya cumpliera ese rol ante mí, solía ser al revés.

Supongo que si él es quien me reprende, seré yo quien intente dar explicaciones para que mis acciones tengan sentido. Y no estoy convencido de que exista ese sentido.

—Tenía que hacerlo, pensé que yendo a la cabaña podría dar un cierre a lo que pasó allí, y al fin enfocarme —expliqué en un intento pobre por defender mis decisiones.

Seiya me miró de nuevo, relajando su expresión, dejando un momento su molestia hacía mí.

—Fuiste allí a recordarla, como si nunca fueras a volver a verla —expuso, y no era una pregunta, era lo obvio que yo intentaba negar.

—Era mi deber protegerla aun si no lo supe desde el principio. Era nuestro deber cuidar de ellas cuando nuestro padre murió —expliqué —. No podía existir nada más, una vez estuviera a salvo, quería desaparecer de su vida.

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