15º "Reencuentros."

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Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a NaokoTakeuchi, solo los utilizo porque me gusta perder mi cabeza en historias locas.

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Senderos Perdidos

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15º "Reencuentros."

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Minako

Escuchaba una y otra vez sus palabras repitiéndose en mi cabeza, y debí preguntarme, de nuevo, si esto era un sueño o realidad. Yaten intentó convencerme que su presencia era real, que estaba lejos del peligro y que aquí y ahora era lo que importaba. Pero saber que Serena había aparecido era demasiado bueno para ser cierto. Tan bueno, que temí nuevamente despertar de pronto encerrada en casa de Saijo.

¿Había llegado al fin el momento por el que tanto esperé? Toda la lucha de estos meses, las dificultades, habían llegado a su fin, el obtener lo bueno que deseé que llegara. De acuerdo, esto sí parecía ser realidad.

Pero algo en mi cuerpo sentía otra cosa, la sensación era similar a la que he tenido por la madrugada en el último tiempo, saber que el sol saldrá y no podré estar fuera sintiéndolo sobre mí. Los brazos de Yaten me rodeaban, y era la única sensación de seguridad que tenía, porque aparte de eso, lo demás seguía siendo una jaula, sólo que las dueñas de esta jaula parecía ser diferentes.

No sé qué hago aquí, qué es lo que quiere Lita de mí o lo que deba decirme. Pero nada de eso debería importarme, aunque mi cabeza seguía siendo un lío lleno de información que no comprendía, ahora más que nunca deseaba salir de aquí.

Yaten sabía dónde estaba Serena.

Apenas lo dijo, me sentí tan impactada que fui incapaz de pronunciar alguna palabra. No pregunté cómo lo había hecho, ni dónde se encontraba en este momento. Lo que quise saber por meses, al fin tenía respuesta.

Él enseguida prometió que me llevaría lo antes posible, pero también pidió que siguiera durmiendo. ¿Cómo podía cerrar los ojos sabiendo que al fin vería a mi hermana? No quería esperar a que él decidiera que era tiempo, no podía. Era aún de noche, y quizá la oscuridad podía darnos ventaja.

Pero tampoco podía forzarlo a hacer todo a mi antojo, eso nos había metido en demasiados problemas.

—Yaten —le hablé al fin—. ¿Cómo pasó? No sabía que la buscabas, ibas a ayudarme, pero no tenías cómo saber por dónde buscar.

—Nunca dejarás de ser impaciente, ¿no es así? —respondió enseguida, al parecer ninguno podía dormir.

Cerré mis ojos intentando calmarme, porque sentí mi cuerpo temblar, estando tan asustada por lo que iba a pasar. Tenía miedo de salir de estas paredes y ver las calles, tenía miedo de que Saijo nos encontrara antes de ver a Serena. Pero debía enfrentar todo esto ahora.

Yaten me apretó contra su cuerpo, intentando calmarme quizá.

—Debes tranquilizarte. Iremos ahora, antes que noten que no estamos, pero necesito saber que estarás bien al salir de aquí —pidió.

Respiré profundo, intentando dejar a un lado los fantasmas que venían persiguiéndome. Ahora estaban pasando cosas buenas, no podía permitir que el tiempo de encierro me siguiera atormentando.

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