.
Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a Naoko Takeuchi, sólo los utilizo porque me gusta perder mi cabeza en historias locas.
.
.
.
Senderos Perdidos
.
.
20º "Epílogo."
.
.
La música sonaba intensamente, retumbando en sus oídos, no logrando a ratos siquiera escuchar los pensamientos en su cabeza, que eran demasiados.
Y todo el sonido colmaba el espacio con tanto ímpetu como las luces coloridas, siendo difícil distinguir a las personas que llenaban el lugar, que, como no era demasiado grande, la fiesta había sido extendida incluso afuera del local. No importaba siquiera el calor tropical sofocante, porque todo el mundo estaba animado compartiendo.
La fiesta de ese día era especial, no recordaba exactamente qué se celebrará en el pueblo, pero todo el mundo estaba de festejo, no importándoles nada más que aprovechar cada segundo de esa noche. Y ellos no eran la excepción, después de tanto tiempo ese lugar ya se había convertido en un hogar.
Yaten la miró desde la distancia y tomó el último sorbo de su vaso, sintiendo el alcohol picar en su garganta, él sabía exactamente dónde encontrarla, como si sus ojos tuvieran una habilidad sobre natural para verla siempre. Ella estaba bailando en medio de la pista, moviéndose divertida con la otra rubia, mostrando la sonrisa más grande y brillante. Disfrutando del espacio que tenía para divertirse.
Se preguntaba muchas veces si así habría sido antes de encontrársela, porque en todo el tiempo que llevaban en este lugar la veía feliz, libre, siendo su espíritu al fin liberado para poder vivir la vida a su antojo. Él también lo hacía, y no era el volver a la vida de antes, era crear una nueva, porque nada volvería a ser igual. Se sentía cómodo, tranquilo, y por primera vez en su vida abriendo su mundo.
—Está de locos conseguir una copa —comentó Seiya, acercándose a su hermano para poder hablarle entre tanto ruido, y luego mirando en la misma dirección que él—. Parece que no se cansan esas dos.
Yaten recibió su nuevo vaso, probando lo que le había traído de beber Seiya, cualquier líquido con hielo en ese instante le servía para aplacar un poco el calor.
Era cierto, cada historia que Minako alguna vez le contó sobre su vida junto a Serena y lo cercanas que eran ahora podía comprobarlo en vivo. Y a pesar de todo, de incluso saber que no eran realmente hermanas, estaban más unidas que nunca. Pero ellas no eran las únicas renovando lazos.
Apenas llegaron al lugar que habían elegido para comenzar su nueva vida, hubo que ser prácticos y organizar lo básico. Seiya y Serena llevaban tiempo juntos y no pretendían separarse, Mina no iba a estar lejos de Serena, y Yaten no quería tampoco apartarse de Minako. Así que terminaron los cuatro compartiendo el mismo techo, con un invitado extra.
Era obvio que no podrían vivir todos juntos, las casas en ese sitio no eran las mansiones de lujo a las que estuvieron acostumbradas las Aino, así que finalmente Lita, Ami y Rei habían decidido quedarse juntas, viviendo en el sitio de al lado. Pero Taiki, sin saber en dónde estaba su nuevo lugar, había permanecido con sus hermanos.
Y era una dinámica que jamás tuvieron en su vida, era nueva, caótica, interesante, pero al menos estaban avanzando.
—Taiki se fue a casa a dormir, porque mañana temprano partiremos a pescar —dijo Seiya poco entusiasmado.
ESTÁS LEYENDO
Senderos Perdidos
FanficDos desconocidos buscan secretamente en un viejo objeto la posibilidad de recuperar fragmentos de las vidas que alguna vez tuvieron. Pero el enfrentarse el uno al otro será solo uno de los obstáculos en el camino que los llevará a reencontrarse.