3.

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Muelle de Baltimore, Maryland (EE.UU).


El auto de alta gama de color negro se detiene en el muelle, el chofer se baja para abrir la puerta de atrás, una mujer desconocida desciende del vehículo, cubierta por un tapado largo con capucha que cubre su cabeza y parte de su rostro, camina por la pasarela entre los yates anclados, sus tacones hacen ruido al caminar por la madera, con pasos tranquilos se dirigió hasta el final de la pasarela, allí en la punta, se inclino sobre las aguas tranquilas, se quitó un guante y estiró su mano hasta tocar el agua. Recitó en griego antiguo unas palabras poco entendibles para un mortal común, el agua comenzó agitarse a medida que su voz era más fuerte y grave, un remolino se abrió en el agua, como una especia vórtice y de ella una luz emergió del interior, la fuerza de sus palabras se hacían más y más poderosas.

Una figura masculina emergió expulsada del interior del remolino elevándose en el aire, el canto cesó, la figura cayó ante ella, desnudo, fuerte.

-Kraken-esbozó una frívola sonrisa.

 -Obedezco tus órdenes mi señora- respondió en el griego antiguo de los dioses.

La mítica bestia de los mares, había tomado forma humana gracias al poder de la desconocida.



-¡¿En que carajos estaban pensando?!- ladró escupiendo sus palabras con fuerza el capitán Brickman, jefe de la unidad de homicidios.

Cuando esa mañana Violet se levantó para ir a trabajar como cada día a la jefatura junto a su compañero, tuvo el vago presentimiento de que no sería un buen día, dicho y hecho, el capitán Brickman los había mandado a llamar a su oficina a penas llegaron. 

-Esta mañana me desayune con la llamada del comisionado de policía- se paso una mano nerviosa por el pelo-, para decirme que dos de mis detectives fueron a interrogar a Adam Hunter que casualmente es uno de los contratistas del gobierno.

<<Mierda>>, pensó Violet al intercambiar una mirada con Jasper que permanecía en silencio bajo la dura mirada asesina que les estaba echando su capitán.

-Ese hombre es uno de los mayores proveedores de materiales con las que se fabrican las armas en este país, por no mencionar otras- levanta la voz furioso-, ¿no se les pasó en ningún momento por esas cabezas que tienen en informarme que irían a interrogar a este hombre?.

-Capitán permita que le explique el motivo por favor- habló por fin Violet en tono calmado.

-Espero que tengas algo concreto que evites perder la cabeza- suelta gesticulando con sus manos.

-Nuestra investigación sobre los homicidios del metro y los ocurridos en la avenida, nos condujo hasta él- espero a que su capitán la interrumpiera pero no lo hizo, así que continuó con su explicación-, uno de los dueños de las tiendas de armas antiguas me dijo que vio al señor Hunter asistir a una subasta en Londres, resulta que estaba buscando la misma espada que el asesino utilizó para atacar a sus víctimas.

-¿Y?, ¿a caso era él?, porque leí los informes que ustedes me dejaron en mi escritorio y según las imágenes que obtuvieron del agresor no se parece en nada al señor Hunter- espera esperando una respuesta por parte de sus detectives.

-Capitán, el señor Hunter y un comprador del que desconocemos fueron vistos pujando por la dichosa espada durante la subasta-interviene Jasper-, sólo fuimos a hablar con él para ver si nos podía decir la identidad del otro comprador.

-¿Están seguros que fueron a hablar?- enarca una ceja inquisidora-, porque según el comisionado a quien por supuesto el señor Hunter llamó, dice que se aparecieron en su casa, ¡un domingo!, sin cita previa o llamada a su abogado.

HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora