Hades

8.

Adam volvió de ver a Clay, por fortuna la herida hecha por la daga comenzaba a sanar, ya que no fue herido de muerte, pero necesitaba descansar, Ren le entregó la daga estigia a su amo. Bajó a la sala y se encontró con Caronte que estaba sentado en una de las bancas de la isla de la cocina.

-¿Summer?- preguntó.

-En el balcón- señala el ventanal que lleva al balcón, la melena color arena de Summer se podía ver desde uno de los sillones, Caronte coge su petaca de whisky y le echa un trago largo antes de volver a meterla en el bolsillo.

-Ve a descansar.

El barquero asiente antes de retirarse y dejar a su amo solo con la joven. Adam soltó el aire de sus pulmones, cogió una taza del mueble de arriba de la cocina y preparó dos cafés fuerte. Summer tenía sus pensamientos perdidos en el cielo nocturno, eran más de la una de la mañana ya, pero su mente le impedía dormir, su hermano, a quién lo miraba como un héroe y quien la había cuidado desde la muerte de su padre, le había mentido todo este tiempo, él era un dios. Notó que Hades se acercaba, respiró hondo y se acomodó la manta hasta sus hombros.

-Ten, te sentará bien- le da una taza.

Sintió el olor del café.

-Gracias.

Adam se sienta en uno de los sillones y estira las piernas de forma relajada. Summer tose al beber el liquido marrón, él se ríe en silencio.

-¿Le pusiste alcohol?- lo mira con la boca abierta.

-Te dije que te sentaría bien- aclara con un gesto divertido mientras bebe un trago del suyo.

Ella sacude lentamente la cabeza, haciendo un esfuerzo por no reírse.

-Es Eros, ¿verdad?-pregunta con la vista fija en los edificios de enfrente.

-Si-responde.

-Y lo supiste todo este tiempo- confirma sintiéndose algo ofendida.

-Lo supe hace poco, no tenía idea de que él también estuviera aquí.

Summer lo miró un momento, el gesto inexpresivo y serio de Adam le confirmó que sus palabras eran sinceras.

-Cuando Zeus hizo lo que hizo con ustedes, de enviarlos a vivir entre los mortales, ¿no sabían a quién si y quién no?.

-No, estábamos en medio de una guerra, los titanes luchaban contra nosotros desde muchos frentes, yo estaba con mis hermanos peleando cuando sucedió todo.

-Así que básicamente no tienes idea de quien del Olimpo se encuentra aquí vagando entre nosotros.

-No, pero si estamos cerca podemos sentirnos los unos a los otros.

-¿Cómo?.

Ella estaba curiosa algo que no pasó desapercibido para él.

-Nuestro energía, nuestro olor. . .-enumera- lo sentimos, nuestro poder. . . es como un faro que te indica donde estas.

-Entiendo-asiente echándose atrás en el sillón, bebe otro trago-. Es de lo primeros dioses existentes- suelta pensativa.

-Si.

-¿Y es igual de poderoso que tú y los otros?.

-Un poco más, es el dios del amor Summer- la mira como si eso significara mucho-, al igual que el resto de nosotros, ha existido desde el comienzo de la humanidad y visto demasiado de ella.

-Pero es mi hermano-suspira y acto seguido se ríe-, ¡me ha mentido!-suelta entre risas- mi hermano es el dios del amor Eros- carcajea molesta.

-Summer. . .