Hades

9.

Violet se quedó de piedra, entrecerró sus ojos asimilando en su mente lo que Adam Hunter acaba de decirle, <<¿A caso me llamó semi diosa?>>. Adam la observó meticulosamente, sabía que había dado en el blanco, todas las sospechas que hasta ahora tenían él y sus hombres fueron ciertas y compradas, la detective era una semi diosa, ¿pero hija de quién era ella?, ¿Cuál de todos los dioses del Olimpo había sido padre?. Lentamente la detective se dio la vuelta, sus ojos claros una mezcla extraña de gris y celeste se clavaron en él.

-No sé, de que esta hablando, será mejor que se marche ahora mismo o lo pondré tras las rejas- agudizo los ojos.

Los labios de Adam sonrieron fríamente, su mirada calculadora no dejaba de medir los gestos de la detective, sus mejillas tenían un suave tono rosa, sus ojos estaban hinchados y con pequeñas sombras debajo de ellos, sus iris gris claro brillaban como si hubiera pasado una mala noche, llorando, pero ahora sus mejillas del color rosa en su rostro y sus labios delgados con un rictus a los lados, indicaban que estaba molesta, y su cuerpo, su cuerpo delgado pero físicamente entrenado le decían a Adam que estaba con la guardia alta, a la defensiva, atenta, aquel gesto como si ella estuviera lista para reaccionar al menor indicativo agresivo de su parte, era parte de su lado de semi diosa, son los instintos de un dios preparado para el combate.

-Creo que deberías sentarte para que podamos hablar tranquilamente- respondió con gesto cauto, siguiendo sus movimientos con la mirada.

Adam avanzaba dos pasos hacía adelante y ella retrocedía tres inconscientemente.

-¿Qué es lo que quiere de mi?- su voz sonaba defensiva.

-Ya te lo dije, conversar sobre tu origen.

-Esto es ridículo- río nerviosa-. No sé de que esta hablando, creo que debería hacerse ver por un psiquiatra señor Hunter- gesticulo, cogió la silla y la bajó de la mesa junto a la otra-, o ha visto demasiados dramas de televisión, de igual, puede volver por donde vino- señala la puerta del bar.

Harto de la actitud de la detective, Adam no vio otra salida, en un abrir y cerrar de ojos avanzó tan rápido hacía ella que la detective sólo atinó a esquivar la mano del dios del inframundo que se cernía sobre ella, su propia reacción la sorprendió, era como si su cuerpo estuviera listo para reaccionar ante el menor ataque de su rival, aunque siempre había sentido ese cosquilleo fluir por su sangre como si le quemará las venas, pero nunca a este nivel, era como si ella misma hubiera despertado de un largo letargo para renacer más poderosa y fuerte que nunca. Adam sonrió satisfecho, ahí estaba ese brillo de guerra tan típico de un dios, sólo que Violet era una semi diosa, nunca llegaría tener el poder de un dios completo como él, pero si tiene la fuerza y él podía sentirlo en ella.

Adam hizo un movimiento con la otra mano aprovechando su distracción, lanzó de un golpe a Violet por el aire, ella jadeó pero usó sus pies para caer sobre ellos al girar con su cuerpo, su respiración había aumentado igual que la adrenalina en su sistema. 

-¡¿Qué carajos le sucede?!- brama agitada.

-Mírate- caminó lento con los ojos puestos en ella- tienes hambre de guerra, puedo olerlo desde aquí.

Violet lo vio todo rojo.

-¡IMBÉCIL!, ¡VOY A MATARTE!-alza la voz totalmente fuera de control.

Adam entorna los ojos con una sonrisa en sus labios, la vio venir sobre él, lanzando golpes de puño a diestra y siniestra, golpes que él esquiva hábilmente con sus manos con una calma absoluta en su mirada.

-Sientes que tu sangre te quema por dentro- la palma de su mano golpea sobre su pecho, pero Violet contraataca-. Puedes sentir como el poder fluye dentro de ti- coge el brazo de ella y lo sujeta contra su espalda, ella forcejea e intenta un golpe de codo en la cara de Adam pero sin éxito- ya va siendo hora de que aprendas a controlarte como la hija de un dios- le dice junto a su oído.