El escultor movió su ficha sobre el tablero de ajedrez chino, sus dedos deslizaron la ficha negra de un movimiento, sin despegar los ojos de la pieza, con su mente enfocada en los movimientos que debía hacer contra la persona que tenía en frente. La mujer de cabello negro y corto con las puntas de su pelo cayendo hacía adelante, sonrió e hizo su propio movimiento con un agudo sentido de la concentración, la esclava con forma de serpiente se abraza a su muñeca como si fuera parte de ella, su rostro anguloso y blanco como el marfil que se esconde tras esos ojos color café.
-Convencí a Lorcan de que no haga nada estúpido.
El escultor, posee un rostro joven y perfecto, de rasgo fuerte, con el aspecto de haber salido de una revista de modelos masculinos, sus dedos quitaron la ficha de su contrincante y movió la suya.
-Lorcan puede ser algo imprudente a veces, pero es un buen elemento, sólo mantén los ojos en él.
-Lo hace por ti- señala.
-Y lo amo por eso- sus labios forman una sonrisa.
El escultor echó llevó hacía atrás su espalda en la silla, su mirada se deslizó entre la copa de vino tinto que tenía a su lado y la ventana al otro lado de la sala.
-Es de noche- musita pensativo con cierta nostalgia.
Los ojos de la mujer se mueve en dirección a la ventana.
-Será una noche fresca- comenta.
Él coge la copa y bebe un sorbo, deja que el liquido se mueva en sus papilas gustativas.
-¿Estás segura que seguirás adelante con esto?- la mira.
-¿Por qué me lo preguntas?, ¿a caso no comencé mi juego?.
Resopla.
-Lo hiciste si, pero todo tiene un precio, no lo olvides, nunca podré entender este afán tuyo de querer vengarte, son miles de años de amor/odio entre ustedes.
La mano de Perséfone se apretó con fuerza en un puño.
-Arruinó mi vida, ¿eso es poco para ti?.
-No hay nada peor que la ira de una mujer vengativa (?)- expresa medio con ironía y medio enserio-.La humanidad ya tuvo suficiente de eso- bebe el resto de un su copa.
Ella lo miró deslizando la punta de su lengua por su labio inferior, sus ojos brillaron entre las suaves luces de la sala.
-¿Y que hay de ti eh?, criticas mi venganza- desdobla su pierna y se inclina hacía adelante-, pero, ¿Qué hay de la tuya?, desafiaste a los dioses- le echa una mirada critica.
Prometeo sonríe de lado en una clara respuesta.
-Y me castigaron por ello, gracias (?)- contesta con sorna.
-¿Y te has arrepentido alguna vez de haberlo hecho?.
Prometeo se inclinó sobre el tablero, cogió una sus fichas y la deslizó hacía adelante, al final del camino, bajó la mirada atenta de la diosa.
-Ni un poco-sonríe.
Ella hace una mueca de complacencia al darse por perdida en la partida.
-Tu ganas, es tu turno. . .
Prometeo sonríe con un brillo lobuno en su mirada.
Hades abrió la puerta del lado del acompañante en gesto caballeroso de su parte. Summer descendió del interior con un bonito vestido negro con tirantes y un par de tacones discretos a juego. Adam no dejaba de notar lo bella que estaba esa noche, había ido por ella como parte de su promesa de beber una copa de vino en el bar de Baco para festear su cumpleaños.
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Hades
RomanceQuien diría que lo dioses griegos seguían vagando entre nosotros con forma humana?? Están ocultos a simple vista, haciéndose pasar como personas normales. Los mortales no tienen ni idea de que ellos están entre nosotros. . . Hades, el dios del infra...