LoveFiction

2. Siempre fuiste mi favorito

No podía ser cierto.

Había imaginado toda mi adolescencia con el momento en que conocería a mi cantante favorito. Todos los escenarios eran diferentes y algunos con lágrimas y sonrisas... pero definitivamente ninguno incluía atropellarlo a media noche.

—Ay, Jesús, hasta casi muerto se ve precioso —sollocé arrodillándome a su lado.

—Trixie, ¿no me estás jodiendo? —mi mejor amigo sonaba incrédulo.

No podía parar de temblar, y no sabía si ponerme a llorar o hacer algo para salvar al señor Harry Styles del golpe en su cabeza... ¡un golpe que yo ocasioné!

—Voy a llamar a una ambulancia —avisé—. Te escribo más tarde.

Y sin esperar por su respuesta le colgué. Llamé a emergencias y les di mi ubicación de prisa diciendo que había golpeado a un ciclista y ahora estaba inconsiente en el piso. No iba a mencionar que era Harry Styles, no sabía si se correría la voz y todo sería un escándalo.

Dejé mi teléfono a un lado y busqué su mano. Una exhalación temblorosa se me escapó porque no podía creer que lo tenía aquí. He amado y admirado a este hombre desde los quince años. He crecido con él, he reído y llorado por él, soy infinitamente feliz gracias a él y ¿cómo le pago? Atropellándolo.

—Por favor, no mueras —le dije acariciando sus brazos. Sus fuertes brazos...— No puedes irte de este mundo antes que yo. Mi vida no tendría sentido si no estás aquí. Por favor, por favor, eres lo mejor que tiene la tierra.

Me hubiera encantado decirle todo esto despierto. Tantas cosas bonitas que tenía planeado en mi cabeza, tantos discursos, tantas frases y te amo por decirle... pero no. Él estaba aquí y no me oía por mi culpa.

—Tu familia va a odiarme, ¿no? —reí entre las lágrimas— No esperé que así conocería a mi suegra.

¡Era cierto! ¡Anne! Debía avisarle a su familia o algo así... ¿Cómo sabrían dónde está? De seguro se había salido del hotel unos minutos o recién iba a llegar... ¿Qué hacía montando una bicicleta a media noche?

Algo brilló a través de sus pantalones a la altura de su entrepierna. Oh, no me malentiendan, era la pantalla de su celular, en su bolsillo. Lo dudé un instante, pero no tenía otra forma de comunicarme si no es esta.

—Dios, lo siento mucho, solo tomaré tu teléfono —avisé introduciendo mi mano en su bolsillo intento tocarlo lo menos posible. Aunque quisiera hacerlo, no iba a manosearlo sin su consentimiento y aprovecharme que estaba dormido.

Era una llamada perdida de "Jeff", Jeffrey, su mánager. Vi la pantalla de bloqueo del inmenso iPhone rosado. Era una foto de él y su hermana Gemma haciéndole muecas a la cámara. Jamás la había visto por lo que mi corazón se aceleró. ¿Cuántas otras fotos, mensajes y música habrá aquí que el mundo no tiene?

No, Trixie, ni lo pienses.

Repitiéndome a mí misma que debía respetar su privacidad, busqué la manera de desbloquear el teléfono. Era con la huella de su dedo. Así que tomé su mano derecha, alcé su pulgar, y lo pegué a la pantalla.

Se desbloqueó.

Regresé su mano con delicadeza sobre su abdomen y me concentré en su celular: ahora la pantalla principal tenía una foto de él con una chica rubia. Parecía una foto tomada en una cabina de fotos. Eran dos: en la primera los dos sonreían, en la segunda él besaba su mejilla. Me costó reconocerla, pero esa mujer era Camille Rowe.

Mis labios se separaron y no sabía si era por el dolor o la sorpresa. Han habido algunos rumores de que ellos estaban juntos, pero nadie realmente lo creía ya que se les ha visto muy pocas veces. Esto creo que lo confirma, ¿no?