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Después de horas de esperar a que regresaran los campeones, Cedric apareció con un fuerte chasquido frente al laberinto

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Después de horas de esperar a que regresaran los campeones, Cedric apareció con un fuerte chasquido frente al laberinto. Las gradas estallaron en vítores cuando Cedric sostuvo la taza sobre su cabeza, con una sonrisa triunfante en su rostro. Fey bajó las gradas hacia Cedric, derribando accidentalmente a algunas chicas Beauxbatons. Se disculpó rápidamente y continuó su viaje hacia Cedric. Cuando lo alcanzó, lo abrazó en un abrazo aplastante. Cedric la levantó en el aire, abrazándola con la misma fuerza. Cuando se soltaron el uno al otro, Fey estaba llorando lágrimas de felicidad y Cedric todavía tenía su sonrisa extendida por sus rasgos. Fey notó algunos rasguños en su rostro y trató de limpiar la sangre de su rostro. Cedric tomó su mano. –No te preocupes Fey. Estoy bien ahora. Lo hice. Por ti...–

Fey se despertó de repente, golpeándose accidentalmente la cabeza con el pilar de su cama con dosel.

–Owch ...– Murmuró, frotándose la cabeza.

Sacó las piernas del borde de la cama y pensó en su sueño. ¡Cedric había ganado la Copa de los Tres Magos! Fey sabía que en realidad podía ganar esto. También existía la posibilidad de que pudiera resultar herido o incluso asesinado. Pensar en la muerte de Cedric la hizo sentir enferma, por lo que rápidamente se sacudió el pensamiento. Se vistió y, como era domingo, Fey se puso un atuendo informal.

Decidió que hoy iba a dar un paseo por el lago y tal vez hacer algunos deberes. Se echó el pelo en una coleta baja, agarró su bolso de hombro que llevaba todo su trabajo escolar y saltó hacia el gran salón.

Se acercó a la mesa de Hufflepuff y tomó un croissant. Mientras se dirigía hacia la puerta, vio a Ginny y se acercó a saludar.

–¿Por qué te levantas tan temprano?– Preguntó Fey.

–¿Por qué tú también?– Respondió Ginny.

Fey soltó una risita. –Touché. De todos modos, me voy a dar un paseo por el lago negro y hacer un poco de trabajo, ¿te apetece unirte a mí, Gin?–

–Estoy bien, estoy esperando a Harry. Vamos a practicar un poco de quidditch.– Dijo Ginny.

Fey le da una sonrisa de complicidad. Verás, Ginny había estado enamorada de Harry desde su primer año y siempre estaría tratando de pasar el rato con él. Definitivamente van a estar juntos algún día, pensó Fey.

Fey se despidió con la mano y salió al jardín. Hoy había una ligera brisa y hacía que los pelos de bebé volaran hacia su cara. Los apartó y caminó en dirección a un pequeño trozo de árboles aislado.

Fey descubrió este pequeño lugar en su segundo año, y va allí cuando necesitaba desestresarse o simplemente hacer algún trabajo escolar.

Se sentó debajo de un árbol particularmente grande y rebuscó en su bolso para sacar su libro de texto de Encantamientos. También tomó su pluma y tinta, junto con un pergamino.

Abrió el libro y salió volando un montón de pequeños trozos de pergamino. Ella sonrió y se dio cuenta de que eran todas las notas que Ron le había pasado durante el año. Fey había olvidado que había guardado todas las pequeñas notas, pero estaba feliz de haberlo hecho. Ver su desordenado garabato escribir su nombre hizo que su corazón se derritiera, especialmente cuando él la llamó por su apodo, tejón.

Después de unos cinco minutos de rastrear las palabras que había escrito, Fey salió de su trance y puso las notas en su bolso.

Comenzó a trabajar en su ensayo sobre el encantamiento aguamenti y le tomó alrededor de una hora escribir la historia del hechizo y lo que hizo.

Comenzó a escribir los movimientos correctos de la varita para aguamenti cuando escuchó un crujido en los árboles. La cabeza de Fey se levantó de golpe, alarmada. Se puso de pie y sacó su varita, lista para enviar un maleficio.

Se acercó al sonido y se detuvo en seco cuando vio a un Harry Potter despeinado emerger de los árboles.

–¡Harry! ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Pensé que estabas practicando con Ginny?– Gritó, sorprendiendo a Harry, quien pensó que estaba solo.

–¡Dios, Fey! Casi me das un ataque al corazón.– Dijo Harry, arreglando su cabello para que no se le pegara por todas partes. Sin embargo, alisar su cabello no funcionó, dejándolo luciendo como un nido de pájaros. –De todos modos, solo estoy tratando de alejarme de Malfoy y sus matones. No me dejarán en paz. Y yo y Ginny dejamos de practicar hace un par de minutos.–

–Si no supiera nada mejor, pensaría que Malfoy está enamorado de ti o algo así.– Se rió Fey. (pequeño guiño a Drarry para ti)

–Hah, no me sorprendería mucho. Cuando su elfo doméstico me conoció, dijo que había oído todo sobre mí, y dudo que el Sr. Malfoy le contara a sus elfos domésticos historias sobre mí antes de dormir.– Dijo Harry, sacudiendo las hojas de su ropa.

–De todos modos, ¿quieres ayudarme con los encantamientos? Nunca presto atención.– Dijo Fey, sentándose de nuevo en su lugar y acariciando el parche de hierba junto a ella.

Harry se sentó y soltó una carcajada. –Sí, porque tú y Ron están demasiado ocupados escribiéndose cartas de amor el uno al otro.–

Un rubor se extendió por el rostro de Fey. –No estamos escribiendo cartas de amor. Dudo que piense en mí de esa manera...– Agrega Fey con una expresión triste.

–¡¿Estás bromeando?! Ron no deja de hablar de su "hermosa amiga de Hufflepuff". Siempre está entusiasmado por ti. "Oh, me gustaría poder mirar sus hermosos ojos para siempre" La forma en que escribe mi nombre es tan linda, "Ella podría montar mi escoba"…–

–Está bien, eso es suficiente.– Fey prácticamente grita, su rostro de un violento tono rojo.

Harry se ríe y Fey le golpea el hombro con el libro. Harry se cae dramáticamente y accidentalmente golpea su bolso, haciendo que todo se derrame. Harry se da cuenta de las muchas notas y toma una para verla más de cerca.

–¿Quieren sentarse juntos durante la tarea?– Los ojos de Harry se agrandan. –¡¿Estas son todas las notas que te envió?!–

Fey le arrebata la nota de la mano y reúne a los demás. –Sí.– Responde tímidamente.

–Wow, realmente te debe gustar.– Dice Harry.

–Podría decirse que si.– Fey mete las notas en su bolso y se vuelve hacia Harry. –Si le dices te mataré antes de que pueda hacerlo el torneo.–

Harry levanta las manos en señal de rendición. –¡Nunca dije que lo haría!–

–Bien, ¿ahora te gustaría ayudarme a escribir los movimientos correctos de la mano para el encantamiento auguamenti?–

–Sería un placer, señorita Griffin.– Dice Harry con una voz burlona y elegante.

Fey se ríe y le pasa el pergamino a Harry.

Los dos trabajan en sus deberes y no hablan de nada en particular hasta el almuerzo, donde se separan y se dirigen a sus respectivas mesas.

Fey tiene una sonrisa en su rostro cuando se va a la cama esa noche, pensando en su nuevo amigo y en lo que dijo sobre cómo Ron habla de ella. Tiene que estar mintiendo, piensa, nunca se sentiría como yo. Poco sabe ella, Ron en ese momento exacto le está contando a Harry todo lo maravillosa que es ella.

Notes from a weasley. - Ron Weasley. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora