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–¡HORA DE LA CENA!– Molly Weasley llamó desde muchos pisos más abajo. Ron, Ginny y Fey estaban pasando el rato en la habitación de Fred y George, viendo a los gemelos jugar con sus inventos. A Fey les pareció bastante interesante cómo se les ocurrían ideas brillantes para su futura tienda de bromas como si nada. realmente eran genios.

Unos momentos después, los cinco habían bajado las escaleras, sorprendentemente sin caer uno encima del otro en el proceso.

–¡Oh! muchachos, Ginny, ¡no hagas eso cuando tengamos un invitado! ¡Ve a poner la mesa!– Molly regañó, mirando a sus hijos. se volvió a Fey y sus ojos se suavizaron, sonriendo dulcemente. –Por supuesto que no te culpo, cariño.

Fey sonrió mientras los demás se burlaban molestos.

–¡Pero ella también lo estaba haciendo!– George se quejó mientras se acercaba a los armarios a buscar los platos.

–Injusto.– refunfuñó Fred, agarrando los cubiertos.

Ron y Ginny simplemente fueron a colocar los tazones de comida en la mesa, con el ceño fruncido adornando sus rostros. Fey se sentó en una de las sillas que rodeaban la vieja y gastada mesa, cruzando las manos sobre su regazo.

Ron se deslizó en el asiento junto al de ella mientras los demás ocupaban su lugar en la mesa. la admiró, sus ojos trazaron su sonrisa mientras ella se reía de algo que George había dicho. mientras él la miraba, ella se volvió para mirarlo y se sonrojó cuando notó que la estaba mirando. –¿Qué pasa, ronnie?– dijo, su boca se curvó en una sonrisa.

sus orejas se pusieron rojas cuando salió de su trance. –N-nada, tejón.– dijo, tratando de fingir que no la estaba mirando.

Fey se rió entre dientes mientras Molly colocaba los platos de comida sobre la mesa. –Papá estará en casa en un rato, necesitaba terminar algunas cosas en el trabajo.– dijo mientras se sentaba.

–¿Qué está haciendo allí tan tarde?– Ron preguntó con la boca llena del delicioso pollo de Molly.

–Ron, asqueroso.– Fey le dio un codazo en el costado, y Ron le dio un codazo en la espalda.

–Ronald, no hables con la boca llena, y solo está en una reunión con Shacklebolt sobre algo para la orden.– Molly respondió, inmediatamente tapándose la boca con la mano. –No se suponía que yo les dijera eso...– murmuró, inmediatamente tratando de cambiar de tema. –así que, Fey querida, ¿cómo están– Fred y George la interrumpieron. –¿En qué orden?– preguntaron simultáneamente.

–No es nada, es solo– comenzó Molly, claramente muy nerviosa. pero, justo cuando estaba tratando de explicarlo, su esposo entró por la puerta de la cocina, colgando su sombrero en un gancho.

–¡Hola familia!– saludó, dándole a Molly un beso en la cabeza mientras se dirigía a su asiento. –¡Ah, fey! ¡Encantado de verte!– sonrió, haciendo que fey se lo devolviera instantáneamente, radiante.

–¡hola señor weasley!– dijo amablemente.

–Oh, llámame arthur.– insistió, amontonando puré de papas en su plato.

El corazón de Fey se calentó ante eso. estaba encantada de que le agradara a la familia de Ron, ya que estaba un poco preocupada por eso. y tener a sus padres como ella, eso era otra cosa.

–Entonces, Arthur querido, ¿de qué se trató la reunión con Kingsley?– preguntó Molly.

–Oh, claro. Niños, tengo algunas noticias.– Arthur dijo, su tono un poco más serio que antes.

–¿Qué pasa, papá?– preguntó Ron, apoyando el codo en la mesa.

–Bueno, tenemos que salir de la madriguera. mañana.– respondió. así, toda la mesa empezó a gritar, a hacer millones de preguntas.

Notes from a weasley. - Ron Weasley. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora