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PASARON MUCHOS DÍAS Y RON, el maestro de bloquear sus emociones, estaba prácticamente cerrado, apenas hablaba, comía o participaba en la clase, no como lo hacía en primer lugar, pero aún así no era como su yo normal.

La tercera y última tarea se estaba llevando a cabo en pocas horas y Harry estaba paseando por su dormitorio.

–¡La gente ha muerto en este torneo, ron! ¿¡Cómo diablos se supone que debe sobrevivir?!– Gritó.

–Maldita sea, Harry. Tú eres el chico que vivió; estarás bien.– Ron dijo con desdén, todavía en su trance de dispar.

–Ron, podría morir esta noche, ¿no les importa? Wow, mis mejores amigos, damas y caballeros.– Se burló Harry, pretendiendo anunciar a Ron a una multitud invisible.

–Harry, ¡me importa!– Ron gritó. –Yo estoy todo…– Ron hizo una pausa, pensando en una palabra que pudiera describir su estado. –Flojo, supongo.– Ron suspiró, recostándose en su cama.

—Lo entiendo, amigo. Lo siento por ti, de verdad, pero estoy tratando de no morir esta noche, así que un poco de preocupación sería bueno.– Harry dijo, poniéndose su camiseta de campeón y agarrando su varita.

–Sí, sí.– Ron gruñó, mordiéndose las uñas.

–Está bien, las tareas son en unas dos horas–  Harry dijo, parecía tranquilo al principio, pero luego su rostro se transformó en una expresión de terror cuando comenzó a caminar de nuevo.

–¡Dos horas!– Dijo frenéticamente. –¡Dos jodidas horas! Mierda, Ron, voy a morir. Voy a morir.–

Ron se levantó para consolar a su mejor amigo y lo envolvió en un abrazo fuerte y tranquilizador.

–Serás brillante, amigo. Siempre lo eres.– Dijo, y eso pareció calmar un poco a Harry.

–Gracias, ron.– Harry dijo después de que se separaron.

–En cualquier momento, ahora, vamos a prepararte para darle una paliza a Diggory.– Ron se rió entre dientes, palmeando a Harry en la espalda. Ambos compartieron una carcajada y los dos comenzaron a practicar algunos maleficios y hechizos.

–Si estoy en lo cierto, la tercera tarea se llevará a cabo hoy. Esta noche, en realidad.– Fey dijo, contando con sus dedos. –Oh, mierda, se suponía que mis padres iban a venir hoy.–

–Esto es difícil para ti, ¿verdad? Con el chico diggory y todo.– Moody dijo con simpatía, y Fey asintió. los dos habían creado una especie de vínculo padre-hija durante las últimas dos semanas, y Fey tenía la tendencia a despotricar sobre sus amigos, el trabajo escolar y su vida en general, ella le contó todo sobre cómo no quería que Cedric compitiera y cómo ella y Ron se habían hecho muy cercanos.

–Todo estará bien, estoy seguro de que cualquier plan que tenga agacharse será frustrado y saldremos de aquí en poco tiempo.– Dijo para tranquilizarla, y Fey se relajó un poco, todavía estaba increíblemente nerviosa por Cedric pero tenía fe en él.

–Intenta dormir un poco, ¿de acuerdo, Fey? Se terminará antes que tú lo sepas.– Dijo, dándole una sonrisa comprensiva.

Ella sonrió y se acurrucó en una de las esquinas, se quedó dormida poco después, soñando con salir de allí.

Las horas pasaban y ahora Ron y Harry se dirigían al campo de quidditch donde se llevaría a cabo la tarea. Harry estaba temblando violentamente, su varita estaba tan apretada en su agarre que sus nudillos se estaban volviendo blancos.

Los dos se dirigieron al estadio y se separaron después de que Ron empujó a Harry en un abrazo aplastante y le deseó suerte. Harry salió al campo, justo detrás de Dumbledore, y fue recibido con gritos ensordecedores provenientes de las gradas. La marcha de Hogwarts comenzó a sonar y todos estaban vitoreando, sosteniendo pancartas.

Notes from a weasley. - Ron Weasley. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora