Notes from a weasley. - Ron Weasley. ✔️

[18.]

—TIENES QUE ESTAR JUGANDO— Gimió Fey, despertando a la oscuridad total. Sintió un ligero dolor en la parte posterior de la cabeza, probablemente de cuando fue noqueada y cayó al suelo.

—Ah, estás despierta.— Dijo una familiar voz grave, haciéndola saltar.

—¡¿Qué-qué demonios hiciste?!— Ella exclamó, retrocediendo tan lejos de Moody como pudo, que fue difícil considerando el pequeño espacio en el que estaban contenidos.

—Cálmate, no soy él. Ese bastardo me secuestró en mi propia casa y me trajo a Hogwarts para tomar mi lugar como profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.— Dijo para tranquilizarla, relajando un poco a Fey.

—Él también tomó mi maldito ojo— Refunfuñó, y Fey dejó escapar una pequeña risa.

Pasaron unos minutos y Fey pensó que Moody se quedó dormido, pero luego suspiró con fuerza. —Todavía tienes tu varita?— Preguntó.

Fey revisó los bolsillos de su bata, pero no sintió nada. Ella sacudió su cabeza. —Debe haberla tomado. Por cierto, ¿quién es?—

—Barty Crouch—

Fey dejó escapar un grito ahogado. —Pero…—

—Junior.—

—Oh. Espera, ¿no fue arrestado como, hace mucho tiempo?— Preguntó Fey. Le gustaba mirar casos antiguos y recordaba este. Cuando Karkaroff vendió a Crouch por ayudar a torturar a los Longbottom. Fey se había asegurado de mantenerse alejado de Karkaroff, a pesar de que su nombre estaba limpio, aunque realmente no importaba ahora, ¿verdad?

—De alguna manera escapó. Ponte cómoda, muchacha. Estaremos aquí por un tiempo.—

Fey gimió y se desplomó contra el pequeño espacio cerrado. —Esto va a apestar.—

—DONDE DIOS ES MI HERMANA, WEASLEY.— Lucas Griffin, el hermano mayor de Fey, arrinconó a Ron en los pasillos.

—¡Mierda! Dios, tío, cálmate.— Ron exclamó, obviamente aterrorizado por el séptimo año.

—Te vi en la sala común con ella antes de ir a mi sesión de tutoría. ¿Dónde diablos está? Todos dicen que no está.— Se soltó de Ron y su última frase salió un poco más suave. Amaba a su hermana y la visitaba todos los días, por lo general, durante el almuerzo.

—Solo la iba a buscar, pero no la encuentro por ningún lado.— Ron suspiró, rascándose la nuca con nerviosismo.

—¿Podría estar con Diggory? Eran prácticamente inseparables antes de que tú entraras en escena.— Dijo Lucas.

—Sí, creo que podríamos hablar con él.— Ron se encogió de hombros, así que los dos chicos corrieron a la sala común de Hufflepuff y llamaron implacablemente a la puerta.

—¿Cómo entras aquí de nuevo?— Preguntó Lucas, estrechándole la mano que estaba adolorida por golpearla contra la puerta dura.

—No estoy seguro, creo que Fey me lo dijo una vez, pero no lo recuerdo.—

_Vaya, qué buen amigo.— Dijo Lucas sarcásticamente, y Ron simplemente puso los ojos en blanco y siguió tocando.

Después de un rato, sus nudillos estaban rojos de golpear la puerta, y justo cuando estaban a punto de darse por vencidos, la puerta se abrió de golpe revelando el rostro molesto de Ernie Macmillan.

—¿Qué quieren ustedes dos?— Dijo, claramente agravado.

—¿Dónde está Diggory?— Preguntó Lucas.

—¿Qué quieres de él?— Ernie preguntó, mirando a los dos con sospecha.

—Mi hermana, Fey. No sé dónde está y siempre está con Cedric, así que...— Lucas se calló, perdiendo su comportamiento duro de Gryffindor.

—Ced está en su dormitorio, te lo traeré.— Dijo Ernie mientras cerró la puerta y subió a los dormitorios de los chicos.

—¡Ced! Weasley y Griffins te quieren.— Ernie dijo, llamando a la puerta para no inmiscuirse en su privacidad.

Cedric emergió después de unos largos minutos, con los labios rojos e hinchados y el cabello alborotado.

Los labios de Ernie se curvaron en una sonrisa y miró dentro de la habitación, y efectivamente, Cho Chang estaba sentada en la cama de Cedric en un estado similar al de Cedric. Cómo entró en el dormitorio, Ernie nunca lo sabría.

—Hola, Cho. ¿Te lo estás pasando bien, apuesto?— Bromeó, haciendo que Cho se pusiera roja de vergüenza.

—Déjala en paz, Erns.— Dijo Cedric. —Lo siento, ¿quién me necesita?—

—Ron Weasley y Lucas Griffins.— Respondió.

—¿Lucas? ¿Ron? ¿Qué quieren? Pensé que Fey iba a encontrar a Ron...— Cedric se calló, pensando en Fey y su conversación un par de horas antes. Fey iba a encontrar a Ron, disculparse con él por enojarse (o escucharlo disculparse) y luego regresar a la sala común. Se suponía que iba a volver. ¿Donde estaba ella?

Cedric volvió a meter la cabeza en el dormitorio y llamó a Cho. —¿Oye nena? Voy a ir a ver qué necesita Weasley, solo agárrate fuerte, ¿de acuerdo?—

Cho asintió, todavía avergonzada de que Ernie hubiera interrumpido su pequeña reunión. Cedric bajó corriendo las escaleras y Ernie lo siguió, y ambos salieron de la sala común para hablar con los chicos.

—¿Entonces que hay de nuevo?— Preguntó Cedric mientras se apoyaba en el frío muro de piedra.

—Nosotros erm, no sabemos dónde está Fey y ha estado desaparecida por un tiempo.— Dijo Ron, cambiando torpemente su peso sobre sus pies. Sabía que Fey le había contado a Cedric todo lo sucedido en la sala común y estaba nervioso por lo que podría hacer.

—Dijo que te iba a encontrar, pequeño capullo. ¿Dónde podría estar? No es de las que dan paseos por el castillo.— Dijo Cedric, lanzándole una pequeña mirada a Ron, a la que se encogió un poco.

Lucas parecía confundido, su mirada se movió entre Cedric y Ron durante su pequeño intercambio. —No sé qué está pasando aquí, pero será mejor que uno de ustedes me lo explique antes de que encontremos a mi hermana.—

Ron visiblemente tragó saliva y los labios de Cedric se curvaron levemente en una sonrisa de complicidad. Ron estaba acabado.

—No estoy seguro de dónde está, tal vez revise los pasillos un poco más a fondo? ¿Los baños? Si no la encuentran allí, tal vez pidan a uno de los fantasmas que les eche una mano.— Sugirió Cedric.

Tanto Ron como Lucas asintieron y empezaron a buscar a Fey.