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-- Prólogo--                        2045/11/ 23


Decidió enterrar uno de sus mayores deseos, escapar. Ahora no era más que una ilusión el respirar aire siendo libre junto a todos sus hermanos, de afrontar con ellos cualquier cosa al otro lado del muro. Esa determinación se encontraba en las sonrisas falsas que le brindo a todos en lo que alguna vez llamó hogar.

Nunca los unió la sangre, sin embargo, era tal el vacío que sentía al irse. Cada paso que daba hacia la dichosa reja era un derrumbe interno donde su lado más egoísta resaltaba. Mentalmente estaba desesperado, deseaba vivir al lado de quienes quería y amaba, pero es racional y si realmente quería que los demás vivieran debería de a ver un sacrificio.

Aunque el perfectamente sabía que lo hacía más por, ella.

¿Fue una odiosa jugada del destino? ¿Quizás las respuestas del universo ante su desesperante deseo?

Una oportunidad de continuar vivo, era abrir una brecha de su esperanza hacia aquel deseo. Solo necesitaba un nuevo plan y la oportunidad para que las probabilidades de volver a reunirse con su familia y correr a los brazos de las personas más importantes en su vida, aumenten.

"Quiero volver a verlos, Emma, Ray"

Convertirse en una rata de laboratorio en unas instalaciones nuevas llamadas "Lambda"  con una nueva marca en el pecho, ese era su precio a enfrentar, un lugar cuyo propósito es modificar los productos con tal de mejorarlos y así tener buenas cosechas.

En otras palabras, usan drogas químicamente alteradas para experimentar en cierta cantidad de niños seleccionados de otras plantaciones o nacidos en las mismas instalaciones Lambda. Sería un triste destino para todos esos pobres seres ya que su propósito sería el mismo por igual, el morir.

¿No es eso demasiado cruel?

‒ Buenos días Norman ¿Cómo te encuentras? -A nada de levantarse una voz hacía eco desde su celda, una habitación modificada para aparentar ser lo más parecido a un cuarto para que no le faltara nada- Es la hora de tu desayuno.

Norman solo se preguntaba ¿Qué pensaran de él? Su contextura es delgada, su cabello es blanco y sus ojos azules, siempre mantenía una sonrisa ante el "Doctor" que lo vigilaba para estar al margen, sin sospechas. No llevaría tanto tiempo en ese lugar para cansarse de tal crueldad.

Cada vez aumentaba su odio por el hombre cree que tendrá el mundo bajo sus pies para siempre, aquel que se hace llamar el PADRE de todos los niños ganados y eso era más una ofensa que un hecho. Peter Ratri, aquel ser que tanto repudiaba al punto de que su sonrisa calmada titubeara.

Desearle la muerte a esa persona no era suficiente para controlar su odio.

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2046/ 1 / 15

Llegaba el día, paso la noche calculando para saber exactamente cuándo seria la noche... o mejor dicho la madrugada en la que su familia escaparía. No le preocupaba tanto, sabía que Emma podría superarlo que tomara la mejor decisión, lo sabe bien.

Pero no era lo mismo deseándole un feliz cumpleaños a Ray desde la distancia.

Ahora ellos irán a reunirse con Minerva, ya eran libres. Les deseaba un buen viaje hasta un lugar seguro en donde un día podrá reunirse con ellos.

Aunque le sorprendió un poco que a sus oídos pudieran llegar noticias con respecto a la mujer que lo crío, a quien alguna vez llamo Mamá con amor, no sentía mucha pena en realidad al saber que se encontraba en una celda fría y oscura esperando su inevitable final. Permitir que niños de gran calidad escaparan era una pena de muerte. 

Un Papá en Grace Field HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora