3. LAS RESIDENCIAS

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Jackson.

Después de unas casi 15 largas horas viajando, por fin estaba en el aeropuerto de San Francisco, salgo del túnel que me lleva a una sala repleta de gente, algunos eran pasajeros y otros familiares. Paso rápidamente por ese gentío y llego a la salida, disponiendo tomar un taxi. El sol estaba en todo su esplendor, eran apenas las tres de la tarde y lo único que yo quería era ir a tomar una ducha.

—¿A dónde lo llevo joven? —el señor del taxi me pregunta.

—Lléveme a residencia Johnson.

Él asiente y pone el taxi en marcha, en San Francisco solo existía una residencia Johnson, el resto eran pequeños centros informativos y por supuesto, también estaba la gran clínica Johnson, era la más importante junto con la residencia, por lo que tenía entendido.

Mientras esperaba llegar a mi destino, provecho el momento para encender mi teléfono y llamar a mi familia e informarles que estoy bien. Lo más seguro era que Liam y la enana, ya hayan llegado. Le pico a su número y al tercer timbre, me contestan.

—Jack, hijo ¿Cómo estás? ¿Qué tal el viaje? ¿Ya estás instalado? ¿Cómo es tu residencia? —mi madre me llenó con preguntas.

Sonrío por su preocupación y miro por la ventana los edificios pasar.

—Estoy bien, madre. El viaje estuvo bien —le tranquilizo y la escucho gritar un él está bien al resto de mi familia —. Aún no estoy en la residencia, pero ya voy en camino.

—Tu padre quiere que le mandes foto de la residencia y...

—¡Tu madre está paranoica y por eso quiere que le mandes fotos, hijo! —la voz de mi padre se escucha de fondo y yo solo suelto una leve risa.

—Tranquila, ma. Te mandaré foto de la residencia cuando llegue allá —le prometo y ya me la imagino asintiendo —. ¿Ya llegó la enana y Liam?, espero que no estén durmiendo.

—Si, llegaron hace más de una hora. Aquí te paso a tu hermana.

—¡Jack Jack! —gritó feliz y eso me hizo sonreír —. ¿Cómo es San Francisco? ¿Me puedes llevar allá?, mami dijo que si, puedo perder una semana de clases.

—Yo no he dicho nada, Ellie —se escucha que le dice mi madre —. Su hermano no está de vacaciones, debe terminar su residencia para que se gradué como médico.

—Pero mami... —me imagino a mi hermana haciendo un pucherito y con los ojos brillosos.

—Tranquila, Ell, prometo traerte pronto —le dijo y me la imagino sonriendo —. Te traeré al menos por una semana.

—Gracias, Jack Jack.

Sigo hablando con ella un rato y le hago prometer que se porte muy bien en la escuela, que iba a empezar la próxima semana, ella promete que dará lo mejor de ella. Con Liam no hablé porque estaba que se alistaba para ir a ver a Keyla y mi madre que él había quedado en llamarme más tarde.

—Te quiero, Jack Jack, cuídate —la enana se despide de mí y yo hago lo mismo —. Te paso a papá, quiere hablar contigo.

—Está bien, enana. Te quiero.

Espero en la línea por unos segundos y luego se escucha la voz de mi padre.

—Jackson, hijo, me alegro de que estés bien.

—Si, ya estoy por llegar a la residencia.

—Bien, en la residencia te estará esperando el señor Johnson y tratará de darte la mejor hospitalidad.

Destino, Volviendo A Encontrarnos ©[En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora