Mini Maratón 3/3
Ayla.
¿No pensaban que lo iba a dejar sin detalles de esa noche? ¿O sí?
No sabía de donde había sacado la valentía para decir eso, pero no me arrepentía de haberlo dicho. No quería dejar de besarlo y aunque me empecé a moverme sin ser consciente que lo hacía, sabía lo que en él había ocasionado.
Podía sentir como su dureza chocaba con mi parte sensible logrando que un cosquilleo agradable me recorra el cuerpo. Me volvió a besar de manera intensa, nuestros labios se movían en sincronía, su lengua rozaba la mía. Nuestras respiraciones se habían acelerado y si no estuviera encima de él ya me hubiera desmayado, sus manos se posicionaron en mi cadera para lentamente bajar en mi trasero y darle un apretón. Él me incitó a moverme otra vez y yo gustosa lo hice.
Jalé su cabello y mordí su labio, logrando que él suelte un gruñido excitante. Mis manos no podían estar quietas, así que bajé por su abdomen y tiré hacia arriba su camiseta. Necesitaba sentir su cuerpo y él me facilitó las cosas para poder quitársela.
Sentí su piel suave bajo mis manos mientras él me seguía besando. No tenía prisa así que lo seguí recorriendo. Él me ayudó a quitarme la camiseta que traía y me apegó más a su cuerpo para poder sentir el calor de mi piel.
Dejó de ayudarme a mover y en un movimiento rápido giró nuestro cuerpos. Ahora yo estaba debajo de él, se separó de mí y me miró fijamente, se veía jodidamente precioso bajo la luz de la luna. Era consciente de que estábamos en la playa y que si alguien nos ve posiblemente nos multen, pero no me importó.
—Te vez preciosa, hermosa —susurró cerca de mi oído y hundió su cara en la curva de mi cuello.
Succionó levemente y luego lamió. Dejó un camino de besos que iban bajando hacia mis senos y solo eso hizo que mi cuerpo se erice. Solté pequeño gemido y él sonrió encima de mi pecho.
—Creo que esto estorba. —susurré con la voz acelerada haciendo referencia a mi sujetador.
—¿Estás segura? —preguntó y sus ojos brillaban cuando me miraban —. No quiero que hagamos algo de lo que después nos arrepintamos.
—Nunca estuve tan segura. —susurré con la voz entrecortada por la excitación.
Me levantó levemente y desabrochó mi sujetador para luego dejarlo a un lado. Me volvió a dejar con cuidado sobre la arena y volvió bajar hacia mis senos. Besó uno y pude sentir cómo mi cuerpo se tensaba, atraje su boca hacia el otro para que le diera la misma importancia mientras que con su mano acariciaba suavemente el que había abandonado.
Siguió bajando por mi abdomen, pero con una mano apretando mi pecho para no dejarlo sin atención. Detuvo sus besos en el principio de mis pantaloncitos, los desabrochó y luego lentamente los bajó junto con mi ropa interior. Se estaba tomando su tiempo, pero eso me volvía loca de la desesperación.
—Me parece que tienes demasiada ropa. —murmuré y él sonrió de lado.
—Ayúdame a quitarla.
Lo ayudé a desabrocharse los pantalones y en un movimiento ágil él se los sacó de un tirón junto con sus calzoncillos. Me volvió a besar y su mano pasó a mi muslo que estaba completamente desnudo, acarició ahí y lentamente introdujo un dedo. Por un momento sentí vergüenza, pero la manera en la que gimió sobre mis labios hizo que olvidara eso.
Introdujo otro dedo y empezó a moverlos de manera rápida y deliciosa. Me estaba volviendo loca la forma en que jugaba en mi interior y acariciaba en ese punto exacto.
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Destino, Volviendo A Encontrarnos ©[En Proceso]
Teen FictionDespués de la última despedida de Jackson y Ayla, cada uno tomó diferentes caminos, con la meta de olvidar al otro. Lo que ambos no esperaban era que el destino vuelva a jugar con ellos, logrando que se vuelvan a encontrar. La pregunta del millón e...