NARRA MADDISON Iba vestida con unos jeans que marcaban mis torneadas y largas piernas, un suéter y debajo un top que definía mi bonita silueta, no había tenido tiempo de cambiarme asi que me había atrevido a ir a buscar a Maluma vestida asi.
Cerre los ojos y me concentró en mi objetivo. Ignoró la presencia de el Manager y de todos los demás miembros del equipo de trabajo de Maluma y Sony Music Latin, y me dirigió a Maluma (Juan Luis), que permanecía callado. Aquello pintaba fatal.
-¿Puedo hablar contigo? -le pregunté a él directamente. Endureci la mirada para que comprendiera que no me iba a dar por vencida tan fácilmente.
Maluma se encogió de hombros y dijo: -Habla. Me armé de mucho valor para cogerlo del brazo y arrastrarlo hasta afuera del edificio. Me lo lleve hasta la acera de enfrente, lejos de las miradas curiosas. Maluma se soltó de mi y caminó a mi lado hasta donde decidí parar al fin. Había un pequeño banco justo donde nos conocimos. Yo me sientó para darle a entender a Maluma que aquel sitio estaba bien. Por lo menos no tendría a todas aquellas personas vigilando. Él se mantuvo de pie, apoyando solo su cadera en el banco. No sabía por dónde empezar. La tensión era evidente. -¿Qué es eso que quieres decirme, Maddison? ¿Estás saliendo ya con Neymar? -Me preguntó Maluma cruzándose de brazos. Pronunciar esas palabras debió de dolerle a juzgar por cómo arrugó el ceño y los ojos.
-¡No! -exclame rápidamente. Cuando vi el gesto de alivio en el rostro de Maluma me animó a seguir hablando: -Yo no quiero saber nada de Neymar. El esta con Natalia. Puede que cuando lo conocí el sí me gustaba, un poco, pero ahora no me gusta nada de nada. Ya te lo dije. Maluma se encogió de hombros antes de añadir: -También me dijiste eso en fin de año. -Porque eso era de verdad lo que yo creía. Me mintió, Maluma debés creerme.
-Pero yo te lo advertí... -Lo sé. Y me equivoqué al no hacerte caso. No supe ver la situación desde tu punto de vista. Y no sabes cuánto me arrepiento.
Me lleve las manos a la cara y me la restrege para evitar que salieran lágrimas de mis ojos. Tenía algo mucho más importante que confesar a Maluma y debía encontrar la manera sin caer en el drama fácil, o la pena... -Ojalá pudieramos volver atrás -confesé. -No podemos, pero te aseguró que todavía podemos tener esa cita -replicó Maluma con voz de listillo.
Suspire al ver cómo Maluma se mantenía tan frío y distante conmigo a pesar de todo me estaba descolocando. Nunca había actuado así. Las veces que habíamos hablado siempre había sido Maluma el que había rogado y yo la que le había hecho esperar, o sufrir. Al hacer aquella valoración, volví a sentirme culpable por lo mal que lo había hecho todo. Siempre con rodeos, con jueguecitos de ahora sí y ahora no, ahora me gustas, pero ahora no. Estaba cansada de palabras que no decían nada, de acciones que no hacían más que estropear algo que era perfecto incluso cuando solo era yo contra el mundo. No iba a esperar más. Eso se había acabado.
-Quiero que salgamos, quiero tener una cita contigo.-señalé muy segura
Al escuchar mis propias palabras, me sorprendo de mi seguridad. No habían sonado dudosas, sino firmes y claras. Miré a Maluma para averiguar su reacción y me lo encontre mirándome, totalmente sorprendido. Pense que, ahora que tenía su atención, era un buen momento para empezar a explicarle y que él me escuchara de verdad. Quizá había comenzado por el final, por la conclusión, pero había resultado ser eficaz, porque Maluma ya no me ignoraba ni me miraba con desprecio.
-Creo que Te quiero, Maluma. Te quiero muchísimo. Nunca antes había sentido algo así por nadie. Cada día. He estado pensando en lo que me dijiste, y me he dado cuenta de que tenías razón, pero no quiero perderte. Quiero estar a tu lado. Quiero reírme contigo, hablar contigo, besarte, abrazarte... me gustaría que...
Maluma se impulsó sobre mi a mitad de frase y me besó profundamente, al tiempo que me acariciaba la cara con ambas manos. Fue un beso intenso, de esos que podrían durar horas. Tome la cabeza de Maluma y me dejó disfrutar de ese beso que ponía fin a unos días horribles, a un corazón roto. Maluma se separó para decir con voz sobrecogida: -Vamos a la Playa por unos helados...Yo también te quiero, Maddison.
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