💌Mensajes Del Destino💌

Capítulo 23

NARRA MADDISON
Esperar las doce campanadas, en compañia de las chicas y Maluma era genial. Y allí estaban todos alrededor de la mesa, con las uvas preparadas en un bol, escuchando musica.
-¡Una! -gritó mi madre.

Fue anuncianda las 12:00, al tiempo que todos comían la uva correspondiente. Yo había pelado las mias para no atragantarme y poder seguir el ritmo, nada fácil. Miró a Elizabeth, quien, sentada a mi lado, me guiñó un ojo mientras me metía la siguiente uva en la boca. Ya llevaban dos. La tercera no tardó en llegar, ni la cuarta, ni la quinta... ¡Casi no había pausa entre una y otra! yo tenía la boca hasta arriba de uvas, porque no me daba tiempo de tragar una antes de llevarme la siguiente a la boca. De manera que cuando sonó la número doce, parecía un hámster: tenía los cachetes inflados de tanta uva.
Aun así, cuando Rose, la primera en terminar, se puso de pie con los brazos en el aire para reclamar su triunfo, la imitó mientras continuaba masticando. También Mackenzie y Elizabeth ... Todas juntas se tiraron sobre Rose, que acababa de besar a mi tia y tio, para compartir un abrazo colectivo y dar la bienvenida juntos al año siguiente.
-Este año va a ser el mejor -dije, convencida.
-¡Con que sea mejor que el pasado me conformo! -confesó Elizabeth, espachurrada entre sus amigas.
Para variar, la primera en soltarse fue Mackenzie, porque tampoco veía necesario alargar los momentos sensibleros
más de la cuenta. Cada una se alejó del grupo para tomar su móvil y felicitar el año a los que no estaban allí. Antes de que yo pudiera siquiera decidir si llamaba a mi manager, bailarines o a mi maquillista primero, ya me estaba sonando el teléfono: Neymar se había ganado el primer puesto. Dejó que sonara un poco más la melodía de «Hello», de Adele, porque me encantaba la canción, y descolge mi Smartphone.
-¡Feliz año, Maddie no sabes cuanto te extraño! -exclamó Neymar
-¡Feliz año, Ney! yo tambien te eh, extrañado-respondi.
Ya no era habitual que hablaramos, así que supe que lo echaba de menos más de lo que creía. Últimamente, Neymar me había sorprendido de verdad. Que me escribiese todo el tiempo disculpandose, cuando estaba en Australia, yo le perdone que se allá besado con Natalia, era algo que no fue culpa de el, sencillamente, el no esperaba que ella hiciera eso. Se lo había dicho esta mañana por un mensaje de whatsapp.
-Gracias por aceptar mis disculpas -me había respondido el.

Fuera por el motivo que fuera, a mi ya me valía. ¡Y a mis amigas también! Había decidido no contarle nada a Neymar, y presentarme por sorpresa en Paris, cuando el regresara de las fiestas de fin de año. Jamás olvidaría la cara de Neymar al verme aparecer con mi maleta violeta, que me tocaria hacer demasiado rápido y en la que probablemente faltaban demasiadas cosas.

Cuando colge el teléfono, estaba satisfecha de haber felicitado por año nuevo a todas las personas a las que quería, me fijó en que le había llegado un mensaje hacía rato. Como había ido enlazando una llamada con otra, no lo había visto, pero lo había recibido a las doce en punto. Abri el WhatsApp y me encontre con el nombre de Maluma subrayado en la pantalla. Antes de abrirlo siquiera, note que Maluma se habia ido de la fiesta. Y cuando leó lo que me ponía...

«Feliz año, Madisson. estoy deseando cumplir mi primer propósito de este año: tener una cita contigo. Besos. Maluma».