𝓥𝓸𝓭𝓴𝓪 𝔂 𝓒𝓱𝓸𝓬𝓸𝓵𝓪𝓽𝓮 ᚛𝐑𝐮𝐬𝐀𝐦𝐞᚜

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══•🇺🇸•❀𝑬𝒔𝒕𝒂𝒅𝒐𝒔 𝑼𝒏𝒊𝒅𝒐𝒔❀•🇺🇲•═

Mis sentimientos habían quedado totalmente expuestos tras escuchar que Rusia me amaba, no pude ignorar el hecho de qué un ser tan maravilloso cómo él tuviera sentimientos por alguien como yo...
Maldecia internamente por haber bebido de manera tan imprudente el alcohol que el soviético me había ofrecido, porque de no ser por ello, probablemente tendría un mejor control sobre mis acciones y mis palabras...

«Rusia me ama... A mí...»

¿Cómo era posible...? No podía entender que era lo que le gustaba de mí... De mí, que soy repudiado por mi propio padre, que soy la viva imagen de lo que significa ser impuro... Era imposible, no existen motivos, no lo merezco.
¿Y si esto era una broma? ¿Una muy mala broma? No podría soportarlo, no viniendo de él... No, él no es así, no tengo motivos para dudar...

“⏤Sé que existe alguien que podrá darte todo lo que siempre te has merecido, alguien que te ame como es debido, como Dios manda. Sólo debes tener paciencia werito.”

La voz de México resonó en mi cabeza mientras veía a Rusia a los ojos, esperando una respuesta... No sabía cómo actuar o qué decir... Ni siquiera sabía si sería capaz de tener el autocontrol suficiente en estos momentos... Mi mano seguía en su mejilla, asegurándome que esto era real.

«Alguien que me quiera y me ame...»

Rusia tocó mi mano, ocasionando que toda mi atención se concentrara en ella, su toque era suave, delicado, tan tierno, que ocasionó que mi rostro hirviera un poco más.
Su voz llamó mi nombre, mis ojos se fueron a sus labios, para después bajar a su pecho, dónde coloco mi mano con cuidado.

“¿Puedes sentirlo? Mi corazón late por tí...”

Mis ojos buscaron los suyos... Necesitaba mirarlo a los ojos, quería verlo, una vez que nuestras miradas se encontraron, Rusia sonrió suavemente, dejando a la vista sus hermosos dientes, pude sentir mi corazón latir más rápido.

“No puedo esperar a seguir admirandote y amándote aún más...”

¿Cuándo merecí tener a alguien tan hermoso en mi vida? La mano de Rusia acaricio mi mejilla y cerré los ojos para sentir mejor su cálido tacto.

“Mírame...”

Cada palabra que salía de sus labios era captada a la perfección por mis oídos, escuchaba con una claridad que no parecía real.

“... escribía infinitas cartas para tí...”

¡Las cartas! Esas cartas... ¿Eran para mí? No pude evitar sentir un pequeño dolor en el pecho... Así que yo era el responsable de tantos sobres en el basurero... El pequeño lobo siempre pensó en mí...

“Pensé que nunca apreciarías lo que haría por tí...”

Tragué saliva, este era el camino que yo había formado, era la imagen que le había proyectado para protegerlo de mí, pero al final, solo le hice daño a la única persona que realmente me ha querido sinceramente.

“Admirarte cada día habría sólo provocado cierto dolor en mí...”

La mano que tenía libre se volvió un pequeño puño que apreté inconscientemente... Fue por eso me marché, porque sentí que ya no eras feliz... Y que en parte era culpa mía, tú eras quién menos se merecía pasar por momentos desagradables por mi culpa...