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══•🇺🇸•❀𝑬𝒔𝒕𝒂𝒅𝒐𝒔 𝑼𝒏𝒊𝒅𝒐𝒔❀•🇺🇲•══

No podía evitar pensar que la esencia de Rusia era inesperadamente reconfortante para mí y cómo es que, gracias a esta, pude caer un profundo sueño, del que me hubiera gustado despertar a tiempo.
Todo era tan vívido, se sentía jodidamente real. La primera vez que experimente un corazón roto y la manera en la que me perdí por intentar sobrellevarlo.
He de admitir que era estúpidamente inocente en aquel entonces, ¿cómo iba a saber que él no se estaba tomando las cosas en serio? Después de todo, uno siempre espera que su primera relación sea igual que un tonto cuento de hadas. China llegó a ser todo lo que quería y necesitaba en la vida, de alguna manera, mi sueño se estaba centrando en la última vez que estuve con él, pero ¿por qué estoy soñando con esto? China es un jodido hijo de puta que merece morir por un disparo por el culo.
Ese día sigue bastante presente entre mis memorias, tanto que, cuándo tengo días malos que tengan que ver con padre justo cómo hoy, regresa a mí.

Eran vísperas de navidad y ahí estaba yo, un tonto niño gay prodigio con apenas 17 años que se encontraba de intercambio, esperando ser considerado como pareja potencial para el increíble estudiante número uno de aquella Universidad, con quién tenía un Crush a pesar de la diferencia de edades, dado que él estaba en sus 25 años.
Era evidente que sólo jugaría conmigo, pero vamos, después de dos semestres admirandole desde lejos, era un completo ciego. Para no hacer larga la historia, China comenzó a acercarse a mí aquel 24 de diciembre, fecha en la que soy muy sensible y tiendo a ponerme mal con el alcohol, se dijo que él se preocupó por mí y que se ofreció para llevarme a mi departamento, dónde pasó lo que tenía que pasar. Me confesé gracias a la ebriedad que tenía encima y me entregué a él. Después de ello, creí que estábamos en una relación y es que todo indicaba eso, su trato hacía mi, sus dulces palabras, todo. Debí de verme muy idiota cuándo para nuestro “quinto mes” quise darle una sorpresa y el que se llevó la sorpresa fuí yo.
Este maldito sueño sólo era la imagen clara de mí corazón haciéndose añicos.
En aquél apartamento universitario estaba él, "mi novio" cogiéndose a otro, despreocupadamente y a plena luz del día.

—Creí que llegarías más tarde.

Esas fueron sus palabras al verme de pie en el marco de la puerta, frente a él mientras penetraba al entusiasta de Japón... Por eso la venganza fue realmente dulce después, aunque padre no estuvo para nada orgulloso de ello y fue un motivo más para aumentar su odio y desprecio hacia mí, pero ese es otro tema.
Después de descubrir aquello, terminé muy mal, inicié los trámites para adelantar materias y cambiar todos mis horarios para no verlos más, a ninguno de los dos y para terminar más rápido el tiempo que tenía que hacer en aquella jodida institución.
Cosa que logré, gracias al "buen desempeño académico" que tuve. Las cosas cambiaron cuándo dije volver a casa... Fue cuándo todo se salió de control, comencé a salir por las noches y a enredarme con cualquiera, a beber sin control y a armar peleas sin sentido en los bares y antros pero ¿qué más importaba eso si tenía el corazón roto? Pues resultó que importaba y mucho, porque gracias a todo ello fuí descubierto por mí padre.

—¿Irás a que te den cómo la puta qué eres? [...] No puedo creer que seas mi hijo.

Esas fueron sus palabras, palabras que me hundieron más, pero ¿qué de importante era esto para padre? Absolutamente nada, después de todo, él me había mandando de intercambio para tenerme lejos. Por él conocí a ese bastardo.
El único consuelo que me quedaba lo encontré en las vacaciones de verano, vacaciones que por alguna razón pasábamos con el señor URSS y sus hijos, vacaciones en las qué sonreí débilmente, pero al menos tenía una sonrisa en mi rostro.
Los hijos de URSS eran agradables y lindos, pero nunca se acercaron lo suficiente como para entablar lazos, bueno, no todos fueron así de distantes, Ucrania de alguna manera consiguió acercarse a mí y hacer que saliéramos un día a una fiesta, dónde nos hicimos raramente cercanos y en esas vacaciones, en aquella fiesta fue donde conocí a México.
Eventualmente se volvió una costumbre salir de fiesta mínimo una vez durante las vacaciones de verano con Ucrania sin que nuestros padres se enteraran.

El tiempo pasó y conseguí salir adelante gracias a mí (único) compañero sexual más confiable; México.
Las cosas con él fueron bien en un principio, pero bueno, la Mafia Latinoamérica tiene sus propias reglas y él tendia mucho a seguirlas sin importar qué, cosa que nos llevó a tener bastantes conflictos y que ocasionó que eventualmente nos distanciarnos, pero no éramos novios, ni mucho menos, él estaba enamorado de alguien más, nosotros... Nosotros sólo estábamos ahí para el otro cuando fuera realmente necesario, de alguna manera, eso funcionó para ambos durante un largo periodo de tiempo. Cuándo mi padre se enteró de que entre México y yo había ‘algo’ fue peor que la primera vez que supo que me acostaba con hombres. No importó que fuera un adulto, no importó nada, me castigó severamente, golpeándome con su bastón de sauce diamante. Fue una jodida molestía, pero, comparado con la primera vez que me descubrió, estaba feliz, porque me dió algo de su atención.

—Puedes andar de puta y abrirle las piernas a quién se te cruce por enfrente –sentenció–. ¡Pero con ese maldito tricolor! ¡Jamás! ¡Eres una deshonra para mí! ¡Francia te debió criar mejor!

Madre no se tenía la culpa de nada, ella... Ella simplemente no tenía nada que ver... Pude sentir las lágrimas brotar por mis ojos al tener aquella sensación de los bastonasos nuevamente en mi espalda.
Y así, desperté con los ojos llorosos, en una cama que no era mía, en una habitación que desconocía por completo, con un gran abrigo calentándome.
Recordé dónde estaba y que hacía aquí, limpié aquellas inútiles lágrimas que ni al caso, recordar la última parte del sueño me hizo reír, porque no entendí que fue lo hizo enojar tanto a padre hasta que me enteré de que México fue bastante cercano al señor URSS en algún punto de su pasado.
Padre era completamente ignorante de sus celos enfermizos hacía el padre de Rusia... Rusia. ¿Dónde estaba Rusia?
Me intenté poner de pie, obteniendo un mareo por tener el estómago vacío, ¿qué hora era? Pude notar que en la mesa de noche junto a la cama había una taza. Salí de aquella habitación, con pasos firmes, dispuesto a encontrar a mí anfitrión.

—¿Rusia? –pregunte por él–. ¿Rusia, estás aquí?

Fuí a la que, era la cocina y no pude encontrar nada más que los rastros de que alguien había preparado ¿chocolate? Probablemente eso era lo que había dentro de aquella taza junto a la cama. Observe por una de las ventas del lugar, el cielo ya era oscuro y los copos de nieve seguían descendiendo decorando el paisaje.
Volví a aquel pasillo, con la esperanza de que Rusia se encontrara tras alguna de esas puertas, aún llevaba puesto su abrigo porque realmente tenía frío, por un momento, pensé que llamarlo por su nombre con la pronunciación correcta cómo cuándo éramos jóvenes funcionaría.

—¿Россия? –pronuncie mientras toque a la puerta–. ¿Россия, te encuentras dentro?

Coloque la mano sobre el picaporte, dispuesto a abrirlo, no sin antes tocar nuevamente con tres sonoros golpes aquella fría puerta.

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Los golpes se escuchaban como ecos en aquel sueño, era raro; el abrazo era cálido y agradable. Deseaba tenerlo más tiempo, y decirle tartamudeando cuánto le quería también.

"¿Россия?"

—¿Mmh? —disfrutaba mucho de aquel sueño y seguía sumiso a él, escuchar la voz de aquel lindo joven era de sus pasatiempos favoritos–.

Y sí, seguía dormido; escuchando aquella voz tranquilizante, hasta ahora; eran sus sueños los que a veces le daban esa felicidad de poder cumplir metas que creyó imposible; tales como soñar con aquel "amor" tan despiadado.

La habitación fue inundada por aquellos toques en la puerta, a lo que el ushanka maltratada hizo oídos sordos por completo por soñar como tronco; en posición fetal abrazando cuidadosamente su almohada maltratada. Literalmente como un niño pequeño aún.

Si bien intentó durante años el poder reprimir sus sentimientos, sabía que en cualquier momento explotará y tendrá que afrontar un rechazo; pero al menos en sus sueños podía sentirse amado de una que otra forma.

𝓥𝓸𝓭𝓴𝓪 𝔂 𝓒𝓱𝓸𝓬𝓸𝓵𝓪𝓽𝓮   ᚛𝐑𝐮𝐬𝐀𝐦𝐞᚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora