Carrie, y el campamento equivocado [Libro 1 ✔️][Corrigiendo]

V E I N T E Y S E I S

¡Soy Alicia en el país de las maravillas!

— No es por correrlos ni nada, ¿pero cuanto tiempo se quedarán? — preguntó cuando estábamos desayunando

— No tengo idea — comí de mis panqueques. Por supuesto yo había pedido fruta pero Nick dijo que no comería sólo eso mientras estuviera en su casa — Mi padre querrá matarme al llegar a casa así que pienso hacer que este viaje valga la pena

— Espera — me interrumpió, Ellioth — ¿Viniste sin permiso?

— Traté de explicarle a mi padre cuán importante era para mí este viaje y no quiso escucharme, no me quedó de otra más que escaparme — expliqué

Nick y Ellioth me miraron asombrados, mientras tanto Mason comenzó a reír a carcajadas sin ninguna razón aparente.

— ¿Qué es tan gracioso? — cuestionó, Nick

Mason siguió riendo por un rato hasta que por fin se hizo silencio.

— Lo siento, no quería reaccionar así, ni siquiera debería reír, lo siento — secó una lágrima provocada por la risa

— ¿Nos dirás qué es tan gracioso? — seguí comiendo mis panqueques

— Es que..., acabas de decir que viniste a Londres para el funeral de Chad, sin permiso de tu padre

— ¿Y...?

— Y..., sí Chad, estuviese aquí haría que regresaras a tu casa. Siempre trataba de ser un hombre correcto, y habría dicho que escaparse no es correcto, aún cuando lo hiciste por él, irónico, ¿cierto?

Era tan cierto lo que Mason cababa de decir, Chad siempre trataba de hacer lo que le parecía correcto, fue él quien me dijo que tenía que decirle a Nash sobre el acoso que estaba sufriendo en el campamento, también fue él quien me dijo que era mejor que me fuera a casa, pero que si me quedaba en el campamento tenía que aprender a defenderme y él mismo me enseñó a defenderme.

Me sorprendía como sin saberlo nos había marcado tanto y ahora lo teníamos tan presente en cada momento.

Sin darme cuenta empecé a reír, fuerte y estruendoso.

— Lo siento — intenté detenerme pero la risa aumentaba — Es que Mason tiene razón — tapé mi boca con ambas manos pero mi risa se negó a desaparecer

Mason fue el primero en seguirme con las carcajadas, poco después Nick comenzó a reír también y finalmente Ellioth terminó riendo con nosotros.
De estar riendo, comencé a llorar de la nada pero sin dejar de reír, era como una fusión de risa y lágrimas.

— Lo siento, lo siento — seque mis lágrimas — No sé que me pasa, últimamente lloro por absolutamente todo. De verdad lo siento

— No te disculpes por mostrar tus sentimientos — una cuarta voz irrumpío en el comedor — Hola cariño — besó la cabeza de Nick

— Hola mami

— Mi padre dice que mostrar los sentimientos es para débiles

— Los débiles son quienes piensan eso, y usan esa frase para hacernos creer que son los reyes y nosotros los súbditos — comenzó a servirse café

— Creo que se lo diré la próxima vez que lo vea

— ¿Crees qué es buena idea decirle al gran Elton Williams qué es débil? — cuestionó, Mason, comiendo de su desayuno

— ¿Tu padre es Elton Williams? ¿El dueño de los hoteles Williams en Canadá?

— Eh... Sí — contesté ante su asombro