Carrie, y el campamento equivocado [Libro 1 ✔️][Corrigiendo]

D I E Z Y S I E T E

Una nueva Carrie
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Capítulo 1️⃣7️⃣

No saben lo bien que me sentí cuando Mason entró al cuarto en compañía de Martha y una pequeña bolsa negra.

— Hombres, ¡fuera! — Comenzó a correrlos en cuanto entró — ¡Dormilones! — Comenzó a mover efusivamente a los dos chicos que dormían plácidamente en sus camas — ¡Necesito que salgan ya!

— ¿Por qué? Es nuestra habitación — Replicó uno de ellos adormilado

— Tengo sueño y quiero estar sola. Ahora, fuera de aquí

— Vámonos — Dijo Roger, levantándose de la cama para salir junto con Blake y los chicos

— ¡No! — Exclamó de quién me había olvidado el nombre — Ésta es mi cabaña. Yo duermo y hábito aquí y no porque a una niña rica y mimada tuvo un accidente femenino significa que saldré de mi cómoda y cálida cama. Que se largue ella, y no sólo hablo de la cabaña, sino también del campamento

Por inercia bajé la cabeza.

De no ser por la mancha en mi ropa y la incomodidad de mi período y el clima frío de afuera, ya habría salido corriendo.

Sí mí yo de hace un mes me viese así seguramente me daría una buena bofetada por dejar que una persona, sobre todo hombre, me hablara así, pero es que, sentía que este lugar me quitaba las fuerzas para defenderme.

No podía definir exactamente como me hacía sentir el hecho de estar en un lugar con puros chicos.

— Seré sincera — Siseo, Martha — Lo único que escuché fue tu lloriqueo y lo poco que, claramente, entiendes a una mujer. Ahora, quiero que quede claro que esta es la última vez que pido civilizadamente que salgan, sobre todo tú, de la cabaña

El chico bufó estrepitosamente haciendo notar su descontento y se levantó de la cama para salir de la cabaña siendo seguido por los demás chicos.

— Bien, hermosa, aquí tengo varias cosas que te pueden ayudar — Martha me dió la bolsa negra cuando por fin nos quedamos solas — Hay desde tampones a toallas femeninas, entre otras cositas. No sé que es lo que sueles usar así que traje todo

— Gracias. Creo que tomaré algunas toallas femeninas y te regresaré el resto

— ¡Para nada! — Exclamó despreocupada — Puedes quedarte todo. Yo tengo más y no me importa darte todo eso porque se que lo necesitas

— Gracias otra vez

Martha caminó hacia la puerta, pero justo antes de salir nuevamente se dió la vuelta y dijo: