Carrie, y el campamento equivocado [Libro 1 ✔️][Corrigiendo]

Extra/Blake

Un problema de rizos castaños

Cuando papá detuvo el coche, yo ya tenía la puerta abierta, bajé apurado y tomé la única maleta que llevaba conmigo y con un gesto de mano me despedí para correr hacia la estación de tren antes de que éste me dejase.

— ¡Alto! ¡Detengan ese tren! — grité al ver que el tren estaba por partir — ¡No se vayan aún! — seguí gritando, me abrí paso entre la gente gasta llegar con un señor de uniforme que estaba por subir al tren

— ¿Usted viaja en este tren? — preguntó ante el escándalo que hice

— Efectivamente — le enseñé mi pasaje

El hombre asintió, conforme y me permitió subir.
Por alguna razón, éste tren aún contaba con cubículos de viaje, cosa que me parece tonta puesto que los trenes modernos sólo tenían asientos y más asientos que te permitían ver a los demás pasajeros, aunque, el lado bueno de este tren tradicional era que tenías asiento asegurado y no debías preocuparte por ir de pie.

Caminé por el estrecho pasillo en busca de un cubículo vacío, cansado de buscar abrí el primero que se atravesó en mi camino.

— Está ocupado — gruñó molesta, la chica en el cubículo, al ser interrumpida

Al ver su rostro rápidamente la reconocí, era Carrie Williams, hija de uno de los mejores socios de mi padre. Una chica bastante egocéntrica, sarcástica y fastidiosa según todo el mundo.

— Yo no veo a nadie aquí — comenté como si no me diera cuenta de su molestia

Me adentré al pequeño cubículo, puse mi maleta en los compartimentos de arriba para después sentarme frente a ella.

Sé quitó los audífonos color rosa y me fulminó con la mirada.

Desde mi sitio pude escuchar a Shawn Mendes sonando en los audífonos de la castaña.

— Te dije que estaba ocupado — repitió molesta

Por un momento pensé que su cara se tornaría de un color carmesí y que echaría humo por las orejas.

— A decir verdad, no me gusta repetir las cosas, pero creo que escuchaste mi respuesta — seguí hablando con serenidad

Yo conocía a esta chica, aunque ella a mí no, y sabía cómo hacerla molestar.

— Escucha, no sé quién te creas, pero quiero que tomes tu equipaje, salgas de aquí y que te vayas a otro lado — me corrió — Quiero viajar sola solin solita. ¡Chao!

Noté su molestia, sin embargo no me mostré interesado en obedecerle. Distinguía varias emociones en su rostro, enojo, dolor, tristeza y quizá sufrimiento. Estaba sufriendo, se notaba, pero no por esa razón podía tratar a las personas así.

— No me iré. También soy pasajero y en ningún lado dice que sólo tú puedes estar aquí. ¿Qué tus papis nunca te enseñaron a compartir? — me crucé de brazos, expectante a su respuesta

— No responderé a tus estúpidas preguntas. ¿No sabes quién soy? Con un chasquido de dedos puedo hacer que te saquen — amenazó orgullosa de su poder