El diario de mi vida

Ojala volvieras...

¿Sabéis lo que es levantaros una mañana y sentir que todo es diferente, que las cosas estas empezando a cambiar, que ya no echas de menos tantas cosas, que has aprendido a vivir sin él y que poco a poco eres tú misma la causa de tu felicidad?
Pues así me sentía yo esa mañana cualquiera, me acuerdo que me levante aquella mañana demasiado feliz y es que, desde que él se fue de mi vida no me había vuelto a levantar ni un sólo día sonriendo y nunca entenderé por qué esa mañana, de repente, de la nada, lo hice.

Era una mañana cualquiera de finales de Junio, hacía días que las clases habían terminado, los días para ver a Astrid se acercaban más y aunque verla era lo mejor que podía pasarme este año, desde que él se fue, ni el hecho de que cada vez faltarán menos días para verla me alegraba.
Astrid, era y aún lo sigue siendo esa hermana que te da la vida, pero que te la pone a la mayor distancia posible para odiarla más de lo que ya se suele odiar de por si a la distancia. Había estado a mi lado en todo momento desde que Alex se fue de mi vida, no me había dejado caer en ningún momento y a pesar de tener malos momentos como todo el mundo y de haberme repetido mil veces que tuviera cuidado, sigue a mi lado y apoyándome como siempre dijo que lo haría.

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Me acuerdo, amor, que ese día había quedado con Martina para ir a la playa, hacía un año que nos conocíamos... y que me había puesto el sombrero que tanto odiabas verme puesto, me acuerdo que siempre que me le ponía me le acababas quitando para decirme que sin él era más preciosa aún y yo ya no sé si me le ponía porque me gustaba como me quedaba o para que tú me le quitaras, me picará y me vinieras a dar un beso...Pero sé que ese día no era la segunda opción, que ese día me había levantado sabiendo que no serías tú el que me quitará el sombrero, pero algo dentro me decía que sería un buen día.

Nunca llegue a imaginarme, amor (Y si, siempre le llamo amor, porque para nosotros, llamar amor a alguien, era sentirlo, era recordar lo que sentíamos por el otro) que lo que empezó siendo un buen día, acabara de esa manera...Y aún recuerdo como si hubiera sido ayer la manera en la que sentí como algo dentro se me empezaba a romper en mil pedazos y eso que sentía que no se me podía romper más, que ya me habías roto lo suficiente meses antes, pero no era así...Aun quedaba mucho de mi por romper y lo hiciste aquel día, aquel maldito día en el que te vía abrazando a otra, viendo como sonreías gracias a sus cosquillas, como me miraste de frente y ya no te brillaban los ojos ni te salia esa sonrisa de tonto enamorado, ni viniste corriendo donde mi....

Y justo en ese momento, mientras me rompía un poco más en mil pedazos y todos los momentos juntos iban pasando uno a uno por mi cabeza me di cuenta de que era hora de empezar a olvidarme de todas las cosas, de todos los momentos, de nosotros, que quizás empezaba a ser hora de empezara a pensar un poquito más en mi y dejara de pensar tanto en ti, en mi, en volver a abrazarte y que me digas que todo esto es un mal sueño......