El diario de mi vida

Que dificil es olvidar...

Llevo ya varias días raro, desde que la vi en la playa no he vuelto a ser el mismo, he desvalijado toda mi casa en busca de nuestras fotos y aún no he sido capaz de encontrarlas, llevo días abrazando la camiseta que se dejo en mi casa aquella noche en la que mis padres se fueron de cena, siempre se dejaba alguna parte del pijama en mi casa, era tan despistada por las mañanas...Pero joder, hasta eso me encantaba de ella.

Hoy he querido volver a salir después de tantos días encerrado en casa, Sandra empieza a sospechar algo, ya que desde que vi a Eneritz no he vuelto a quedar con ella, ni ha salir de casa, pero es que, todo me recuerda a ella.
Si ya de por si era difícil seguir adelante cada día sin saber nada de ella, imaginaros lo difícil que se me hace saber que sigue estando preciosa y rota, rota por mi culpa, por ser tan niñato y no sabe enfrentar las cosas, no saber decirle a mis padres que la quería y que me daba exactamente igual todas las consecuencias que ello conllevara.
Llevo un rato pensando en las buenas cosas que he vivido junto a Eneritz, cuando de repente suena el timbre y me hace volver a la realidad.

-Hola cariño -Dijo Sandra

La bese los labios, me despedí de mi madre y nos disponemos a salir de casa.

Intenté que Sandra no me notara extraño, apenas llevábamos dos meses juntos, tampoco pensaba que fuera a darse cuenta de todo lo que llevaba dentro, pero confundía...

-Alex, ¿quién era la aquel día en la playa?

+Nadie, Sandra. ¿Por qué?

-Te vi como la mirabas, la manera en la que te quedaste cuando os mirasteis los dos, en como desde aquel día nada a vuelto a ser lo mismo, como ya no quieres salir, como estas más cortante...

+No es nadie Sandra, de verdad.

-Alex, sabes que puedes contarme cualquier cosa, que si estoy aquí es para que nos contemos todo y nos ayudemos.

Con las mismas, la dí las gracias y la dí un beso en la mejilla. No estaba preparado para decirla que aquella había sido la mujer de mi vida, que lo sigue siendo y que sigo estando enamorado de ella como el primer día. Sandra no es que fuera la mejor novia del mundo, pero era la que me llevaba aguantando desde entonces, la que escucha mis malos ratos y mis movidas, a fin de cuentas, es la que ahora esta a mi lado, aunque no sepa todo mi pasado y os aseguro que he intentado quererla como he querido a Eneritz, como la sigo queriendo....