Miedo

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Emilio's pov

Nunca había tenido emoción por cortar relación con nadie en la vida, pero esta vez es así, aunque fue una decisión tomada muchos meses atrás Eli nunca se iba del todo y debo aceptar que yo no hacía nada por alejarla pues me sentía en mi zona de confort, e inconscientemente dejaba que siguiera en mi vida por querer provocar algo en Jimena, mala idea también; ahora sé que tengo que luchar contra esa inseguridad que, aunque no admita, sé que mi enana tiene.

Toco el timbre y me abre Claudia, la madre de Eli, ella y yo nos hemos llevado bien desde el principio, lo único raro es que se preocupaba demasiado por mi cuando éramos niños, siempre me decía que no era bueno para mi estar con su hija, raro pero cierto.

-Hola, mi niño ¿cómo estás? – me abraza con mucho cariño

-Hola, Clau, bien, bien ¿tú? - la abrazo de vuelta

-Todo bien, lidiando con lo de siempre, ya sabes- encoje los hombros restándole importancia

- ¿Está Eli? – sus ojos me avisan que conoce mis intenciones

-Fue al llamado, no debe de tardar, siéntate- me ofrece una silla de su comedor, le hago caso

-En cuánto llegue me voy para dejaros arreglar sus cosas, así que al fin van a dejarse- sonríe entre comprensiva y otra cosa que no distingo

-Bueno, en realidad creo que nunca volvimos- confieso

-Ay, Emi, lamento mucho que hayan desperdiciado tanto tiempo sin hacerse bien- pasa su mano por mi hombro reconfortante, me da mucha curiosidad saber porque desde el principio insistía tanto en que no debíamos estar juntos

-No pasa nada, pero necesito saber ¿por qué desde el principio estabas tan segura de que no debíamos estar juntos? – pregunto genuinamente

-Ay, Emi- se remueve incomoda en la silla y se cruza de brazos -cuando erais chiquitos te veía tan noble, tan enamorado, tan frágil, veía en ti a un chico con una luz increíble pero sin saber explotarla y mi hija, ella tan segura, tan fuerte, tan firme- suspira -tan dolida porque su padre se fue, notaba en su mirada sus ganas de hacer daño a la gente y te encontró- me mira con los ojos preocupadísimos, de seguro teme herirme, pero eso yo lo sé desde hace años, no sabía que los demás se dieran cuenta también.

-Te encontró y supe que en ti dejaría ir todo lo malo, no quería que nadie sufriera las consecuencias de que mi hija había perdido a su padre, menos un muchacho como tú que siempre fue tan bueno, al final Eli pudo recuperarse de su pérdida y seguir mas o menos con su vida, pero contigo se convierte en esa niña de 15 con ánimos de lastimar a todos, solo que al único que sigue lastimando es a ti, Emilio- escucharlo de alguien más es como un balde agua fría, me arrepiento de haber tenido una relación tan fea con Eli, ninguno nos lo merecíamos.

-Bueno, no todo fue malo, yo siempre estaré agradecido con ella por soportarme- digo intentando relajar el ambiente

-Mientras no estés agradecido por casi arruinar tu vida, todo bien- bromea, yo solo sonrío recordando aquellos días antes de irme a USA.
En eso escuchamos las llaves abrir la puerta y Eli la avienta haciendo mucho ruido, lo que vemos nos deja estupefactos y debo admitir que me alivia hasta cierto punto.

-Elizabeth- habla Claudia, Eli hace caso omiso y sigue besando descaradamente al chico rubio que la lleva por la cintura, ella abre los ojos un segundo y hacemos contacto visual. Su reacción me hace gracia. Se despega del tipo y cierra la puerta unos segundos, vuelve a entrar y se abalanza sobre mi diciendo que me ha extrañado, Claudia se despide y nos deja solos.

Eli intenta besarme, pero me alejo antes de que suceda.

-Eli, te lo dije por mensaje, pero te lo digo en persona, ya no podemos estar juntos, ya no podemos ser amigos, ya no podemos follar, esto se acabó y me da gusto que ya estés con alguien más- sonrío porque el detalle que vi me viene muy bien.

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