¿Por qué el miedo a dormir? ¿Recuerdas la última vez que pudiste dormir tranquilo? La última vez que gocé de una noche pacífica fue hace muy poco, pero mi paz duró tan poco... Los tambores de mi agobio suenan de nuevo, anunciantes de un nuevo apocalipsis en mi interior; desde lo profundo de mi ser emana el miedo, la preocupación, la ansiedad, todo esto cada vez se hace más y más fuerte e, inevitablemente, terminará consumiéndome por completo en un mar de desgracia e impotencia.
El ciclo ha comenzado de nuevo, el insomnio ha arrivado súbitamente y mi oscuridad empieza a consumirme otra vez, ¿y todo esto para qué? ¿Acaso no he tenido suficiente de mí mismo? Al parecer no... Todo me ha quitado el sueño: el mañana, el tal vez, mi destino, las personas que me rodean y cuánto me preocupo por ellas, yo mismo y todo mi ser al completo; estoy cayendo a un pozo sin fondo, oscuro y frío, y solo puedo mirar al techo y recordarme a mí mismo que nada puedo hacer, que estoy condenado a ser incapaz de hacer algo al respecto, que solo puedo dejar que reine el caos hasta caer lentamente en las manos de Morfeo y que cada lágrima derramada es símbolo de mi dolor nocturno, una señal inequivoca de ese demonio que me acecha cada noche desde mi interior y que enciende la chispa del desastre. Ciertamente, me encuentro en el limbo, entre la paz y mi propia destrucción... Todos los estamos... Solo hace falta un pequeño empujón para ser consumidos, poco a poco, por nuestra propia oscuridad.
Con cada momento que pasa, simplemente deseo, con la llama que aún hay en mi corazón, que todo este infierno termine, para así poder reencontrarme con mis sueños otra vez.