✮Capítulo 21

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Después de la tragedia.

Aileen.

El efecto del sedante terminó. Ha pasado una semana, siete días desde que una maldita me disparo justo en el corazón, quitándome lo único que le daba esperanza a mi vida.

Me es imposible dejar de llorar, la perdida de mi papá no la superare jamás, el corazón se me llena de agobio y un vacío enorme quedó en mi alma desde aquel día.

Me levanto de la cama, y camino al baño. Abro la ducha de agua helada y entró en ella, mi cuerpo ya no siente frío, calor ni absolutamente nada, solo el dolor de la ausencia de mi papá.

Me arrodilló en mientras el agua me recorre el cuerpo y lloro, creo que ahora solo sirvo para llorar. Lo que más me duele es que no lo acompañe en su funeral, por mas que grite e intente tomar un maldito avión, no me dejaron salir de este asqueroso lugar que repudio con el alma.

Lucian, Mila y los demás tomaron la solución fácil, sedarme. Quiero morir, aun quiero morir e irme con mi papá, miro mis manos y aún veo su sangre en ellas, aún veo a esa maldita mujer que le disparo sin compasión. Morí en el momento en que sus ojos se cerraron frente a mi.

"Te amo Aileen"

Sus últimas palabras retumban en mis oídos una y otra vez, grito y golpeo la pared con fuerza hasta que me duelen las manos, no se como vivir sin él, no quiero hacerlo, el dolor en mi pecho es tan grande que se me dificulta respirar.

Luego de una hora, mis piernas toman la suficiente fuerza para levantarse. Salgo del baño y me pongo una sudadera gris. Tomo la fotografía de mi papá en la mesa y la guardo en mi bolsillo luego de darle un beso.

Salgo de la habitación sin hacer ruido, todo está oscuro ya que es de madrugada. En el sofa fuera de mi habitación están Lucian y Antonella durmiendo, mi padre tiene el pie con un yeso, supongo que por el disparo que recibió.

Continuó caminando y en la sala está mi mejor amiga con Derek Webb durmiendo en el sofa. Kai y Maximilian están en Estados Unidos, ellos se encargaron del funeral de mi papá.

Limpio mis lagrimas y tomo el ascensor hasta el garaje, como lo esperaba Timothy esta durmiendo en la camioneta negra, subo a ella despertandolo de inmediatos, sus ojos me miran asombrado y se aclara la garganta

—Aileen...lamento mucho lo del señor Banks.

De nuevo el llanto y el dolor aparecen. Cubro mi rostro sollozando sin control. El se acerca y me abraza pero lo alejo, no quiero contacto humano, ni de él ni de nadie. Me cuesta un par de minutos tomar aire y buscar las palabras.

—Llevame a las instalaciones de la OPW.

Me mira unos minutos y niega.

—No puedo hacer eso sin autorización.

—Me llevas tu o tomo un taxi. —lloro.

—Aileen.

Me bajo del auto y salgo por la puerta trasera, camino rápido por las frías calles buscando un taxi.

La camioneta de Timothy aparece luego de unos minutos y abre la puerta trasera para mi, subo y el conduce, dándome miradas de vez en cuando por el espejo.

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