Epilogo

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Gold Ainsworth.

Benedit, Samuel, Emiliano, Thomas y Elizabelle. Cinco hijo de Agustín Gold, de los cuales los tres últimos no quieren recibir ni un peso de la herencia. Unos completos idiotas si me lo preguntan, por mi parte, compartir mi herencia solo con un hermano me llena de satisfacción.

Quien diría que con la llegada de una pequeña niña, el imperio Gold caería, condenando a cada uno de sus herederos a un destino distinto. Emiliano huyo, creo que es el único que se logro salvar, Elizabelle esta en una cama, muerta en vida y Thomas, si Thomas fuese tan inteligente como dicen, entendería que por nuestra hermana no puede hacer nada

Pero el no piensa con la cabeza sino con el corazón, y eso lo convirtió en un ser débil. Atormentado por la culpa, dejó ir a quien decía ser el amor de su vida y se condenó, se condenó ha estar en un cuarto de hospital día y noche con una esperanza absurda de algo que no pasara jamás.

Cuando Agustín decía que heredé la inteligencia de mi madre no se equivocaba, de los cinco soy la mejor combinación, inteligencia y suspicacia de Sienna y la ambición y falta de ética de mi padre.

Parker muerto y Thomas inservible, es la oportunidad perfecta para irme a América y continuar con mi negocio, a diferencia de Parker y Victoria ambos asesinos, yo soy más inteligente. No quiero mezclarme con ningun criminal, tengo el suficiente dinero para hacer mis propias cosas solo

Una empresa fachada, donde puedo lavar dinero, una compañía la cual me puede ayudar a tener a la mujer que quiero, justo como hacen los productores y directores de esa cuidad, algo elegante y siempre podré mantener la frente en alto.

Una vez con mi vida definida, me queda solo un problema Victoria Anderson, ella conoce todos mis secretos, mi sociedad con Parker, es una mujer muy impulsiva, no comprendo aún ese odio iraccional que tiene contra Aileen, pero su odio es tan grande que ella misma le pagó a Rose para que asesinara a Peter Banks.

Personas como ella, descontrolada no me sirven, una loca que solo quiere joderle la vida a alguien irrelevante no es buena para estar a mi lado.

Salgo de mi dormitorio y camino hasta la habitación donde tienen a mi hermana, tanto mis abuelos como Thomas son unos idiotas, insisten en mantener conectada a mi hermana cuando es obvio que jamás despertará. Pero, confieso que el placer de ver a Thomas arruinado me llena el alma de satisfacción.

Vive día y noche en el dormitorio de nuestra hermana, no come, no duerme, solo se mantiene en ese asiento al lado de Elizabelle, estúpido, no sabe que lo que la envío a ese estado no fue sólo la bala que le dio, sino la sobredosis de Adem que la niña de puso en la piel minutos antes.

—Buen día hermano ¿Algún avance? —preguntó lo más preocupado que puedo.

—Ninguno.

—¿Y si no despierta? La amo es mi hermanita, pero, no me gusta verte aquí, perdiendo tu vida —suelto bajo.

—Largate si no te gusta.

—Mira, ahora eres un grosero amargado, Thomas ¿Que hay de Aileen?

—Te prohíbo nombrarla, a ti y a todos los que están aquí.

Gruñe sin mirarme, dos meses más que continue asi y pronto tampoco existirá un Thomas en este mundo. Me acerco y le doy un beso en la frente a mi hermanita, de cierto modo prefiero que ahora este muerta a que siguiera viviendo trastornada

Era dependiente de quien le mostraba un poco de aprecio, y eso hizo que Parker la confundiera, haciéndole creer que estaba enamorada, otra muestra más de que el amor es una condena.

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