Más Allá De Las Murallas •Rivarmin•

10

Armin intentó levantarse lo más rápido que pudo casi cayendo al suelo al momento de intentarlo.

Lo único que quería era salir de ahí lo más rápido que pudiese, pero el fuerte dolor en su cabeza no se lo permitía.

— ¡Hey! Tranquilo, joder — Dijo Levi tomando a Armin por la cintura para después volver a acostarlo.

— C-ca-cap-

— No tartamudees.

— ¡Lo siento, capitán! — Gritó Armin cubriéndose hasta la cabeza con la cobija que Levi le había prestado.

— Tch, simplemente quédate quieto — Dijo Levi antes de salir por la puerta dejando totalmente sólo al menor.

¿Que mierda Armin? Se preguntó el menor mentalmente.

¿Qué diablos había hecho? Ahora el capitán sería diferente con el, no volvería a querer verlo en su vida y le iba a quitar la oportunidad de ser un soldado en la legión de reconocimiento, eso era lo más seguro.

Eren y Mikasa entraron a la cabaña en la que se encontraba Armin y se acercaron a el rápidamente.

— Armin, ¿Por qué el capitán parecía traumado al salir de aquí? — Preguntó Eren sentándose a un lado de la cama en la que se encontraba Armin.

Armin lo miró asustado y cubrió su cara con sus pequeñas manos mientras soltaba un pequeño grito.

— ¿Y ahora qué te pasa? — Preguntó Mikasa sentándose a un lado de Eren.

— Creo que acabo de cavar mi propia tumba — Susurró el menor con sus ojos fijos en el colchón de la cama.

— ¿De qué hablas?

Armin tomó a Eren por el cuello de su camisa con lágrimas en sus ojos.

— Besé al capitán.

— ¡¿Qué?! — Preguntaron los pelinegros al unisono.

— ¡F-fué un accidente! ¡Lo juro! Es solo que el capitán me dijo algo que hizo que me sorprendiera y me levanté rápido....Y nuestros labios...chocaron.

Mikasa tapó su boca y Eren simplemente se quedó callado, con una expresión sorpresiva.

— ¿Y ahora qué harás?

— Ayúdenme a caminar hacia nuestra cabaña por favor — Pidió Armin con sus ojos brillosos.

— No podemos, Armin, el capitán claramente dijo que si te ayudábamos a salir de aquí, recibiríamos un castigo — Dijo Mikasa bajando la cabeza.

— ¿Por qué insiste tanto en que me quede en éste lugar? ¿Dónde dormirá el? No puedo estar aquí hasta recuperarme totalmente — Dijo Armin suspirando.

— ¿Cuestionando las decisiones del capitán, Arlert? — Preguntó Erwin entrando a la cabaña con una sonrisa — ¿Cómo te sientes?

— Estoy mejor comandante, gracias por preocuparse — Dijo Armin dedicándole una cálida y brillante sonrisa — Y lamento todo ésto.

— No te preocupes por esto, suele pasar.

— Tch — Levi se cruzó de brazos desde el marco de la puerta observando a Armin fijamente.

Cuando el menor se dió cuenta de su presencia, se sonrojó hasta el punto en el que sus mejillas se tornaron rojas totalmente.

— ¿Seguro que estás bien? Estás demasiado rojo — Dijo Erwin tocando la frente de Armin con cuidado.

— Erwin — Habló Levi frunciendo el ceño.

— Oh cierto, lo siento Levi — Erwin rió — Al grano, es hora de llevarte al tribunal, Armin.