Capítulo 14

1.3K 269 104
                                    

Se despertó bruscamente. Había una voz flotando por el aire, fuera de la casa. Se irguió, entre los brazos de Zack y se levantó sin observarlo. Ni siquiera se fijó en Cranium, como para comprobar que no fuese él el que estuviese afuera.

Pero la voz la reconocía, le había hablado horas antes. Salió a la casa y siguió el eco del susurro hasta llegar a unas escaleras en medio de la avenida, abriéndose hacia el resto de esa monstruosa ciudad. Como si no tuviese nada más que hacer que perseguir muertos, puso un pie en el escalón y el mundo oscuro y tenebroso a su alrededor se desvaneció.

Lo reemplazó una urbe alegre, viva y llena de sonidos. Muchas personas pasaron por su lado, con largas túnicas y velos, con jarrones en sus brazos y conversaciones casuales que no podía llegar a entender. Había movimiento y hasta discusiones tontas, pero el ritmo se notaba con cada ser vivo que se cruzaba en su camino. Perros y gatos se perseguían, hombres arrastraban carretas, mujeres llevaban canastas, los niños hacían volar unas guirnaldas de papel...

Zoey dio pasos hacia arriba y apenas avanzó unos metros. Nadie la miraba, tal vez porque no estaba realmente allí. Se giró sobre sí misma, viéndose cada vez más rodeada por una muchedumbre que no tenía nada que temer.

Entonces, mucho más allá, en la escalera siguiente de la gran calle principal, le pareció notar que un par de ojos claros sí se fijaban en ella. Se quedo quieta, hasta enfocar bien con la mirada al hombre que la observaba. No lo conocía, jamás lo había visto, pero, al contrario de todo ese recuerdo del pueblo vivo, él sí era consciente de ella.

Justo en ese momento, Zoey notó que no solo llevaba una capa hermosa y dorada, sino que tenía una corona de espigas de oro sobre el cabello rubio. Su rostro, que parecía muchísimo al de Zack, era bello y natural, pero parecía preocupado por algo.

—Hija... —la llamó el rey, desde donde estaba, con el mismo tono que había usado en todos sus susurros antes.

-

Esta vez, el sobresalto fue real, porque se despertó de verdad y no en un sueño. Zack la miró, confundido, y Cranium levantó la cabeza.

—¿Zo?

—Tuve un sueño.

—Si, claro que sí —afirmó él, con una media sonrisa—. ¿Qué viste?

Ella trató, primero, de despejarse la cabeza y ordenar las ideas. Bebió un poco de agua de la botella que él le tendía y luego se serenó, respirando pausadamente antes de poder contarle todo.

—El rey se parece mucho a ti. Demasiado —fue lo primero que dijo, logrando que Zack arqueara una ceja.

—¿A mí?

—Como su hijito, cuando te dije que lo vi en un sueño, que el rey le decía que debía irse y que se parecía a ti, ¿te acuerdas? Bueno, ahora que lo vi realmente de frente, sé que realmente él es como una versión adulta tuya. Estoy... segura de que debes tener alguna relación con él. ¿Sanguínea? Debes descender de él, Zack, estoy segura de que sí.

Él arrugó la frente.

—¿Y si es una coincidencia? Porque mira que el dije no estuvo a gusto conmigo, sino más bien contigo.

Zoey frunció el ceño también, pero pensativa. Por alguna razón, el rey había sido muy directo con ella. La había llamado "hija" y sentía que también significaba algo. Observó a Zack y luego se miró a sí misma, pensando en las posibilidades, aunque pudieran ser una en un millón.

—Él me llamó de una manera... poco común, para alguien que en realidad está muerto hace miles de años —contó, mirándose las manos. Tomó la de Zack y la dio vuelta, como si buscara alguna similitud entre sus palmas. Extrañado, él esperó que dijera algo más—. Me dijo "hija".

El arca [El dije #3] (MUESTRA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora