Capitulo 12

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Kara siempre había tenido un instinto protector hacia las personas que amaba, así que tal vez por eso había decidido convertirse en oficial de policía. Protegió a su familia, a sus amigos a toda costa. Hizo todo lo posible para ayudar a cualquiera, incluso a extraños. Y tanta generosidad necesitaba ser recompensada, pero ella nunca lo permitió. Kara nunca se abrió lo suficiente como para permitir que nadie la cuidara, excepto Alex.

La hermana era la única persona que conocía profundamente a Kara y que podía cuidarla, al menos a veces, porque la mayor parte del tiempo la mujer policía fingía no necesitar ayuda, siempre haciéndose pasar por una superhéroe. Pero incluso los superhéroes necesitan amor.

En los brazos de Lena, permitiéndose llorar de dolor y añoranza por sus padres fallecidos, Kara se dio cuenta de que esto era lo que había estado buscando toda su vida: alguien con quien compartir sus penas y aumentar sus alegrías. Y con Lena podría hacer eso. Con Lena lo hizo desde el principio. Dividieron y agregaron. Fue una relación de cuidado, cariño, reciprocidad. Con mucho, la relación más profunda y hermosa de su vida.

Su corazón latía con tanta fuerza en ese instante que Kara pensó que se detendría. Lena solo la acariciaba, alisaba su rostro, su cabello, brindándole protección. Y fue en ese momento que la rubia se dio cuenta de algo que ya era obvio: estaba enamorada.

- Gracias - dijo la chica rubia, levantándose de su hombro para poder mirarla de frente. - Gracias por escucharme y consolarme. Sé que ya tienes un montón de cosas de las que preocuparte y

- Shh -Lena la silenció poniendo su dedo índice sobre sus labios rosados. - Me gustas, Kara Danvers. Me gusta mucho. No me agradezcas. Todo lo que hago es mínimo comparado con lo que has estado haciendo por mí estos meses ... Me acogiste y me ayudaste, lo que ni siquiera mi familia hizo: los ojos verdes de repente estaban tan llorosos como los azules. - Nunca antes había tenido a alguien como tú.

- Ni siquiera tenía a alguien como tú - susurró, tocando el rostro de la morena y secándole las lágrimas. - ¿Sabes lo que pienso de todo esto?

- ¿Qué?

- Que los dos somos los afortunados esta vez.

Lena sonrió ante eso y sin pensarlo se proyectó contra la rubia, besando esa boca irresistible.

Disfrutando de lo que sentía, Kara puso a Lena en su regazo y la besó profundamente, enredando sus lenguas en una deliciosa batalla que hizo que sus cuerpos se calentaran.

Lena, arrodillada en el sofá, tenía una pierna ajustada a cada lado del fuerte cuerpo de la mujer policía. Tenía las manos enredadas en su cabello rubio. A su vez, Kara apretó la espalda de Luthor, moviendo hacia arriba y hacia abajo las manos que se detenían casi en sus nalgas. El beso se vuelve más intenso a cada momento, lleno de pasión y sentimientos ...

Cuando Kara se mordió el labio inferior y luego la barbilla de Lena, la morena suspiró con los ojos cerrados, rascando el cuero cabelludo de la otra. Emocionada, la rubia bajó a besos por ese cuello pálido y fragante, frotando allí sus labios húmedos, haciendo que Lena se estremeciera de la cabeza a los pies, muy conmovida por todo ese contacto.

- Kara…- gimió su nombre, sus manos agarrando su cabello rubio.

La boca de la rubia descendió hasta el pequeño escote de la blusa, besando el regazo de Lena, quien sintió que todo su cuerpo ardía. Su sexo mostraba signos de vida después de tanto tiempo ... Sintió el pequeño órgano vibrando entre sus piernas. Se sentía tan bien y tan aterrador.

Al darse cuenta de que estaba superando sus límites, Kara se detuvo y miró hacia arriba.

- Lo siento -susurró, apoyando su frente contra la de Lena. - Estaba emocionada - admitió con una pequeña sonrisa.

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