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Capitulo 26

Lena tuvo mucha suerte. Incluso con la tragedia que sucedió en su vida, sabía que tenía suerte. Había sido bendecida como pocas personas podrían serlo en una sola vida. Puede parecer una exageración, una cosa de "gente enamorada", pero no lo fue. Lena sabía que la llegada de Kara a su vida había sido una bendición. Un regalo. Porque lo que tenían fue más allá de un enamoramiento pasajero. Fue más que un hermoso romance. Tenían una relación sólida, basada en el respeto y el amor. Eran mejores amigos, amantes, confidentes. Sabían que se necesitaban el uno al otro y que todavía eran personas libres y completas dentro de la incompletitud que pertenece a los seres humanos. Estaban juntos por elección. Por amor.

Con Kara a su lado, Lena estaba logrando mucho. Había superado sus traumas, había tocado su vida, se había graduado. Y ahora finalmente estaba empleada ... No podía creerlo. Estaba muy nerviosa y emocionada por su primer día de trabajo, que también fue el primer día del pequeño Benjamin en la guardería.

Kara y Lena dejaron al bebé con una joven empleada súper agradable. El niño se despidió de sus madres, pero ni lloró ni dudó en ir con la linda niña que lo llamaba "príncipe". Las madres se fueron con el corazón apretado pero aliviadas.

- No te preocupes, todo saldrá bien - dijo cariñosamente la rubia mientras aparcaba en la calle del colegio. Por supuesto que Kara llevaría a Lena a la escuela en su primer día ... Confía en que tomaste las manos de Lena y las besaste. La maestra sonrió.

- Gracias, mi amor. -Soltaron sus manos y Lena tocó el rostro de su amante, inclinándose y besando sus labios. - ¿Nos vemos mas tarde?

- Siempre. - Le dio a Lena otro beso en la boca antes de dejarla salir del auto. Kara asomó la cabeza y la miró con ambas manos. - ¡Buena suerte!

Lena sonrió ampliamente y lanzó besos antes de ingresar a la escuela secundaria.

A pasos lentos, el nuevo profesor de Historia entró en la gran escuela. Pronto sonó el timbre y Lena vio a los niños correr. Mucha gente puede odiarlo, pero a ella le encantaba ese sonido único de niños corriendo y gritando juntos. Fue algo emocionante, le trajo espíritu, ganas de vivir. Ya había pasado demasiado tiempo en un lugar oscuro y silencioso ...

- ¿Estás lista para tu primer día, Lena? - Samantha March, la coordinadora de la escuela se acercó a ella en medio del pasillo con una sonrisa amistosa.

- ¡Sí! ¡Muy emocionado y nervioso también! - admitió con una sonrisa.

- La llevaré a tu habitación ... para presentárte a los pequeños.

A Lena le agradó Samantha tan pronto como la vio por primera vez. La morena de ojos miel era extremadamente amable y compartía la pasión por la educación y los niños.

Samantha guió a Lena a su oficina. Fue una clase de primer año. Veinte niños de entre seis y siete años con caras curiosas cuando ven a Lena por primera vez.

- Pequeños, esta es Lena Luthor, la nueva profesora de historia de nuestra escuela. Ella será tu maestra. Vamos a mostrarte cómo damos la bienvenida a los nuevos profesores aquí ...

- ¡Bienvenida profesora Lena! - Dijeron los niños en un perfecto coro, haciendo que la morena de ojos verdes sonriera ampliamente.

- Ahora te toca a ti… - dijo Samantha, poniendo su mano cariñosamente en el brazo de su nueva compañera de trabajo antes de salir de la habitación.

La mañana de Lena fue bastante animada, aunque estaba cautelosa, después de todo, era la primera vez que enseñaba. Pero se sorprendió a sí misma con su actuación. Todos los niños parecían prestar atención a sus explicaciones y algunos de ellos hacían preguntas, mostrando interés. Lena explicó con el mayor cariño posible, dejando claro a los niños que podían preguntar tantas veces como fuera necesario hasta que entendieran el contenido.