Capitulo 27

142 14 0
                                    

El día antes del cumpleaños de un año de Benjamin, Kara estaba fuera de servicio. Después de llevar al pequeño a la guardería y acompañar a Lena a la escuela, la rubia regresó al apartamento, quedando sola con el laboratorio de Batman.

Debería aprovechar la oportunidad para hacer avanzar las cosas, pero no estaba de humor. Tampoco había necesidad. Sabía que el sábado por la mañana temprano su hermana y sus amigas entrarían a hurtadillas en su casa y no se irían hasta que se comieran todo el pastel y los bocadillos. Ayudarían a preparar todo antes y después de la pequeña fiesta.

Estaba cansado. A veces me despertaba así. No era un sentimiento inaudito, sino extremadamente familiar. Desde que se entendió a sí misma por la gente, Kara tuvo estos momentos de agotamiento. Todo el mundo lo hizo, pensó. Era normal. La vida cansó a todos sin excepción.

Pero Kara tenía una peculiaridad: cuando se enfrentaba a grandes cambios, su cansancio se hacía más evidente. En el último año, su vida había dado un vuelco, se había transformado por completo. Y a pesar de lo agradable que fue estar casado con Lena y tener una familia, se necesita algo de tiempo para adaptarse. De cualquier manera, los cambios no habían terminado. Ahora Lena había comenzado a trabajar, haciéndose aún más independiente y pasando menos tiempo en interiores. Benjamin había entrado en la guardería, lo que significaba que su bebé estaba creciendo. Eran cosas buenas, sí, Kara lo sabía. Pero todos los cambios trajeron miedo.

Como si adivinara que su hermana necesitaba una vuelta, Alex apareció a media tarde.

- ¡Alex! ¿No debería estar en el hospital? - la rubia se sorprendió al ver a su hermana.

- Me fui hace un momento ... - dijo, colgando su bolso. Batman saltó sobre sus piernas y ella lo acarició rápidamente. - ¡Hola chico!

Kara estaba en pijama y con una cara triste escondida debajo de una manta en el sofá.

- Traje helado - Alex mostró el paquete, haciendo

Los ojos azules brillan y Kara salta del sofá.

- ¡Oye! Traeré las cucharas ...

Los dos se sentaron debajo de la manta y comenzó a comer helado.

- ¿Crees que Lena me ama, Alex? - Kara preguntó de repente, mirando a su hermana, que tenía su atención en la televisión.

La pelirroja se tragó su helado y miró a su hermana con el ceño fruncido.

- ¿Cuál es esa pregunta, Kara? Es claro que si.

- Es solo ... Oh, no importa ...- Apartó la mirada y se metió otra bola de helado de chocolate en la boca.

- Nada de eso, hablemos.

Alex apagó la televisión y se volvió hacia su hermana en el sofá.

- Dime que esta pasando por esa cabecita rubia… - preguntó con una linda sonrisa.

- Es que ahora que Lena empezó a trabajar empecé a pensar en cosas ... Son tonterías, pero ... no puedo evitarlo. Creo que tengo miedo.

- ¿De perderla? - La mujer policía asintió con un puchero. - ¿Y por qué la perderías ahora?

- No sé. Quizás porque ahora Lena es más independiente y libre ... Ya no está asustada y paralizada como cuando nos conocimos. Se hace amiga de compañeros de trabajo y de todo. ¡Eso es óptimo! No me malinterpretes ... No es que no quiera que ella conquiste estas cosas, es solo que ...

- ¿Tienes miedo de que ahora que es más "normal", como debería haber sido antes del secuestro, se interese por alguien más? - adivinó como siempre.

Inicio De TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora