열 두번째 |DOCE|

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TN


Terminé con mi último bocado del platillo; lo cierto era que había estado realmente incómoda en todo el desayuno. Linyu no me había quitado la vista en ningún momento, pero su mirada no era curiosa ni mucho menos amable, me miraba con molestia y como si tuviera algo muy grande contra mi. Con las demás chicas ya no era tan mala, inclusive llegaba a platicar y bromear con algunas de ellas, a excepción de mi; su actitud conmigo empeoró, y todo fue desde hace unos días, desde que pasó lo Dae y la propuesta de RM, en la cual no he dejado de pensar desde entonces.

Hablando de Dae, estaba sentada frente mi, terminando su plato de comida que a penas y llevaba un par de bocados. Decidimos que no volver a tocar el tema de lo que pasó hace unos días, y que nos olvidemos de la idea de investigar la mansión si no queríamos terminar con un tiro en medio de la frente.

—Ya es hora. —anunció Linyu, dando a terminar nuestra hora de desayuno. Todas nos pusimos de pie, yendo hasta la salida. Llegamos a nuestras habitaciones.

Al llegar a la cama, me di cuenta de que había un sobre amarillo. El frente decía mi nombre... Tn West. No decía nada más que eso. Abrí el sobre color amarillo.

Saque unas fotografías;  eran de mi madre y Anna. Mis ojos se llenaron de lágrimas, las extrañaba mucho. Al parecer todo está bien con ellas. Esta debe ser la parte del trato de RM, sinceramente no me lo esperaba, creí que lo haría hasta después de hacer mi parte; eso me lleva a pensar que no tengo otra opción más que cumplir si o si la parte del trato.

Eran unas cinco fotos; una dónde estaban en casa, no se cómo tomaron esa foto sin que ellas se dieran cuenta, otras son de ellas caminando por la calle. Lo único que notaba era que mamá se veía más delgada de lo normal; eso me hizo sentirme peor, siempre que tenía problemas con John, depresión por la muerte de mi abuela, o estrés porque a veces el dinero no alcanzaba, ella solía dejar de comer y era muy difícil hacer que probara tan siquiera un bocado.

Esto es muy difícil; aún no dejo de lado la idea de escapar de aquí en algún momento.

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ᴅᴇᴘᴀʀᴛᴀᴍᴇɴᴛᴏ ᴅᴇ ᴘᴏʟɪᴄɪ́ᴀ ᴅᴇʟ ᴇsᴛᴀᴅᴏ ᴅᴇ ᴄʜɪᴄᴀɢᴏ

Loraine West llevaba poco más de dos horas en la extendida fila para poder hablar con el secretario del servicio policiaco y hacer una respectiva denuncia por el delito a unas chicas, en las cuales viene incluida su hija mayor.

Cuando finalmente llegó con el secretario, le explicó la situación de su hija y que necesitaba ayuda de la respectiva policía. Loraine creía que por ser nativas del país, tendrían derecho a ser buscadas a dónde sea que fuera por su integridad, o eso era lo que había prometido el nuevo presidente de los Estados Unidos, Jacob Walk.

El secretario, que lleva por nombre Aaron Wells, escribía unas cosas en una hoja mientras Loraine seguía hablando, su expresión no lo hacía muy interesado en la situación, realmente parecía que odiaba su vida.

—¿Entonces me está diciendo que su esposo vendió a su hija en un prostíbulo y ahora está en Corea?

—Así es. Esta es su foto. —le tiende una fotografía de Tn. En esa era de cuando tenía unos 14 años, 5 años menos de los que tiene actualmente. Wells ni siquiera la miró.

𝐇𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍𝐃𝐀𝐃 𝐉𝐄𝐎𝐍 || BangtanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora