𝐇𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍𝐃𝐀𝐃 𝐉𝐄𝐎𝐍 || Bangtan

밤 |DIECINUEVE|

Chicago, Illinois.

Un auto negro se detuvo frente a la pequeña casa color morada. Tenía perfectamente lo que tenía que hacer, su encargo tenía que llegar a las personas correctas. Estuvo vigilando de cerca a la familia para asegurarse de que si lo eran.

Un hombre bajó del auto; era de madrugada, le preocupaba muy poco si alguien lo veía. Se acercó a la casa, para no hacer ruido, brincó la valla y llegó hasta la puerta. Dejó el encargo afuera de la puerta.

Salió y volvió al automóvil, arrancó y se fue.

Pocas horas después, el sol salió indicando un nuevo día.

Loraine se levantó temprano, como ya llevaba haciéndolo desde hace unos días. Tenía que levantar a su hija menor para la escuela; se encargó de que tomara un baño y se pusiera su uniforme que minutos antes había acabado de planchar. Se dieron prisa en desayunar algo de fruta; Loraine no quería que Anna llegara tarde, y ella tampoco quería llegar tarde a su nuevo empleo.

Había dejado su trabajo como mujer de compañía y otros servicios para dedicarse a otra cosa y estar más al pendiente de su hija mejor. Querían llevar una vida mejor.

Claro, pero con la imagen de su hija mayor en su cabeza todo el tiempo. Nunca dejaba de pensar en ella, siempre se preguntó si ella estaba bien, o si seguía viva al menos. Lloraba toda las noches, se culpaba todo el tiempo por no haber hecho algo antes, por no haberse alejado de ese hombre que tenía por esposo. Lo había denunciado con la policía, se quedará en prisión dos años por lo de su hija y otros delitos menores.

Antes de salir, vieron lo que había afuera de su puerta.

Una carta...

Loraine, totalmente confundida fue quien la tomó. En cuánto la abrió, rompió en llanto. Sabía perfectamente a quien pertenecía esa peculiar letra; Loraine solía burlarse de su hija diciendo que por esa razón había elegido medicina, por su extraña letra.

Anna también la reconoció y abrazó a su madre y entre las dos leyeron la carta.

Mamá y hermana:

Quiero decirles mediante esta carta que estoy bien, no puedo decir que lo estoy a la perfección pero estoy bien. Quisiera decir que algún día las veré nuevamente pero no puedo prometerlo, porque no se que pasará después.

Mamá por favor cuida mucho a Anna y cuidense entre las dos. Haré lo que sea para poder verlas otra vez, no me voy a rendir jamás.

Las amo mucho.

Se despide Tn West. Para mí madre y hermana Anna.

Las lágrimas no dejaban de salir de ninguna de las dos. No sabían que sentir al respecto. Loraine quería creer que las palabras de su hija eran reales y que si estaba bien pero tenía esa ligera punzada de que su hija está en peligro.

No desconocía las razones por las cuales se las llevaban a otros países. A pesar de las palabras de su hija, no perdía la esperanza en volver a ver a su hija y tampoco se rendiría tan fácil. Si bien no podía viajar a Corea porque no tenía los recursos, haría lo que fuera desde aquí para poder encontrar a su hija.