Unforgettable | Draco Malfoy

Capítulo 14: Hombres Lobo y Sueños Insólitos

Hogsmeade era realmente lindo, un pintoresco lugar lleno de increíbles y mágicas tiendas y lugares que conocer.

Lo primero que recorrimos fue Dervish y Banges; una tienda en la cual venden y reparan instrumentos mágicos.

Luego, estuvimos visitando La Tienda de artículos de broma Zonko, la mejor de todas, en mi opinión. Félix se había comprado varias de las bombas fétidas, Margot unos Dulces de Hipotós, Charles y Leisa se habían comprado la mayoría de lo que vendían, y yo, unos gusanos silbantes.

Pasamos también por Honeydukes, la cual también era una tienda de dulces, yo no he podido comprar muchas cosas porque no me quedaban muchos Galeones, solo probé algunas ranas de chocolate.

Después de un largo recorrido por Hogsmeade, llegamos por último a Las Tres Escobas, una taberna para pasar el rato y beber algo. Con las hermanas Carrow, los hermanos Blishwick, Hinami, Kenia, Margot, Leah, Henry y Félix, estuvimos hablando un poco hasta que todos estos me dejan sola. ¿Qué más podría pasar en mi cumpleaños? Todos me estaban ignorando, y por el momento, el único que lo había recordado, era Harry.

Sentí unas delicadas manos sobre mi cara; las toqué y supe que eran de Leisa.

—¿Leisa?—Dije mientras reía.

Esta aleja sus manos lentamente y puedo notar varias cajitas de regalo encima de la mesa.

—¡Feliz cumpleaños!—Gritaron todos.

Sentía las miradas de los demás de los estudiantes, pero sobre todo, me fijé en Draco y en su grupo. Quienes me veían con desprecio.

—Yo creí que ustedes se habían olvidado por completo de mi cumpleaños...—Dije viéndolos.

—Era parte de la sorpresa—Informó Leisa.

—¡Sí! Además, ¿Cumpleaños en Halloween? Nunca podría olvidarlo—Acotó Félix.

Reí un poco,—Gracias chicos, en serio...

Todos me abrazaron.

—Necesito respirar—

Se separan de inmediato.

—¡Abre tus regalos!—Mencionó Félix.

Comencé por una caja de varios colores, adentro traía unas pulseras, dos rojas con una "K" y "M" en el centro, una amarilla con una "H" y otra, de color verde con una "D". Nos representaban a nosotras y a nuestras respectivas casas.

—Gracias, Hinami, Margot, Kenia. Son bellísimas—Repliqué.

—Siempre las tendremos puestas—Dijo Margot.

—Esperamos que tú igual—Continuó Hinami.

—Por supuesto—Les sonreí y coloqué la pulsera en mi mano derecha.

Luego tomé otro regalo, de color negro, este era un poco más grande que los demás. Traía en este unos dulces de la tienda de Honeydukes y algunas prendas de vestir.

—No puedo creerlo. Oigan, no se debían de exagerar, en serio...—

—Pero te lo mereces—Respondió Leisa.

—Pero es que es mucho—

—Deja así, Delphi. En serio, que es con cariño, el dinero no es un factor importante aquí—Secundó Charles.

Asentí con la cabeza y con una amplia sonrisa.

Terminé de abrir los otros regalos, algunos dulces, otros que otros retratos de nosotros. Todo era precioso, y luego, estaba el regalo de Félix.