Unforgettable | Draco Malfoy

Capítulo 8: El Club de Duelo y los Petrificados

Cuando llegamos a la enfermería, en la primera camilla estaba Draco quejándose del dolor, a su lado también estaba Leisa sentada en la camilla acariciando su brazo herido, Charles estaba al otro lado de la camilla con Crabbe, Goyle y otros jugadores de Slytherin.

—Señor Malfoy, basta de dramas, ¡váyase!—Exclamó Madame Pomfrey mientras se acercaba a la camilla en la que Harry estaba.

Dejo a Harry por un momento y me acerco a la primera camilla.

—¿Cómo está?—Veo a Leisa.

Esta me iba a responder, pero Draco se adelantó.

—¿Qué te importa? ¡lárgate!—

—¿Disculpa? ¿Ahora no me puedo preocupar?—

—Nunca pedí tu lástima—

—Bien, que te mejores—Mencioné alejándome de este y yendo hacia Harry.

—Tendrás una noche pesada, Potter; regenerar huesos es muy desagradable—Dice Madame Pomfrey, ofreciéndole un vaso a Harry.

Al beberlo, escupe todo el medicamento.

—¿Qué esperabas? ¿Jugo de calabaza?—

—¡Harry! ¿Cómo te sientes?—Lo veo intranquila.

—Oh, estoy bien, no te preocupes por eso Delphi—Me sonríe.

—En serio espero que te mejores pronto, ya me debo ir; oh, y por cierto, felicidades, me alegra que hayas ganado—

—Gracias Delphi—

Al pasar por la camilla de Malfoy, lo veo con desagrado y este me devuelve el gesto, levantando las cejas.

Lo poco que restaba de la tarde, estuve en la biblioteca, tratando de encontrar algo sobre la Cámara de los Secretos pero se hizo de noche y no encontré nada.

• • •

Teníamos algo llamado "Club de Duelo", no tenía idea de lo que fuera.

—Júntense a mi alrededor, ¿Me pueden ver todos? ¿Me pueden oír todos? Excelente—Menciona el profesor Lockhart.

—Claro que podemos, si habla más fuerte que el mismísimo Peeves—Susurré y Leisa soltó una leve risa.

—Debido a los oscuros eventos de las semanas pasadas, el profesor Dumbledore me ha permitido iniciar el Club de Duelo, para entrenarlos a todos en caso de que necesiten defenderse un día como yo lo he hecho en incontables ocasiones—Al finalizar este, lanza su capa a la multitud y la recogen unas chicas de Gryffindor.

—Permítanme presentarles a mi ayudante, ¡el profesor Snape! Él ha accedido a ayudarnos con una demostración—

—¿Cuánto apostamos a que Snape lo derrota?—Menciona Charles.

—Vamos, no se necesita ni una apuesta para saber que Snape ganará—Secundó Leisa.

Ambos profesores hacen una reverencia y Snape lanza el primer hechizo.

—¡Expelliarmus!—Resplandeció una luz y Lockhart voló por un instante, finalmente, cayó en el suelo; se levantó de inmediato.

—Fue una idea excelente enseñarles eso, profesor Snape, pero si me permite decirlo era bastante obvio lo que iba a hacer—

—Sería prudente enseñar primero a los estudiantes a bloquear hechizos hostiles, profesor—Replicó Snape.

—Una excelente sugerencia, profesor Snape—Aclamó Lockhart.