Capítulo 7: El Misterio de Slytherin

64 11 0
                                    

Yo no había notado que Leisa ya no estaba a nuestro lado, y es cuando la encuentro hablando con uno de los jugadores de Slytherin; un chico de cabello castaño, ojos claros y bastante guapo.

—¿Qué hace Leisa?—Veo confundida a Charles.

—La única razón por la que ella viene a los entrenamientos y partidos, es para verlo a él—Replica mientras ve fijamente al chico.

—¿Y ese quién es?—

—Adrian Pucey, cazador de Slytherin y cursa cuarto año—.

Hago un gesto levantando las cejas y asintiendo con la cabeza.

Los chicos estaban por comenzar su entrenamiento. Leisa regresa con nosotros y nos sentamos en unas bancas para verlos jugar; yo solo veía a Draco, quien había comprado su puesto para estar allí, y puedo apostar  que es solo para tratar de derrotar a Harry.

—¿Los de segundo año pueden jugar?—Pregunté desconcertada.

—Generalmente, se empieza a jugar desde tercer año—Replica Charles.

—Pero Draco ha sido la excepción, bueno, él y Potter—Secundó Leisa.

—¿Ustedes se inscribirán el otro año?—

—Sí—Responden ambos a la vez.

—Ya quiero verlos jugar—Sonrío y ellos me devuelven el gesto.

Caminando hacia el Gran Comedor, Leisa se detiene y me ve fijamente.

—Fue increíble como le hablaste a Malfoy esta tarde—

—¿En serio?—

—Vaya que sí, digo, a veces se merece una cachetada—Ríe y hago lo mismo.

—Gracias, supongo—

Cuando nos dirigíamos hacia los dormitorios, nos encontrábamos entre la multitud; en medio del corredor, estaban Harry, Ron y Hermione con su mirada fija en la pared; habían unas palabras escritas con al parecer sangre.

LA CÁMARA DE LOS SECRETOS HA SIDO ABIERTA.

TEMAN, ENEMIGOS DEL HEREDERO.

—Enemigos del heredero, temed, ustedes impuros serán los siguientes—Mencionó una voz que venía de adelante, de inmediato pude reconocer de quién era; Malfoy.

—¿Qué sucede aquí?—Dijo el señor Filch, y cuando vio a la señora Norris, su gata, cambió su semblante en un instante.

—¡Tú mataste a mi gata!—Chilló este mientras agarraba a Harry bruscamente de la camisa, pero Dumbledore había llegado.

—¡Argus!—El profesor vio con mucho detalle las palabras escritas en la pared.

—Por favor, vayan a sus dormitorios, de inmediato—

Retrocedimos para ir a nuestra sala común.

—Todos menos, ustedes tres—Refiriéndose a Harry, Ron y Hermione.

Vi a Harry con semblante triste y susurrándole, dije

—Suerte—

—Gracias—Responde este, triste y preocupado.

—¿Qué creen que haya sido eso?—Preguntó Charles desconcertado.

—No lo sé... Es extraño, la sangre y Harry, Ron y Hermione en la escena del crimen...—Replicó Hestia.

—Demasiada coincidencia, diría yo—Secundó Leisa.

—Esperen... Ustedes no creen que Harry lo haya hecho, ¿O sí?—Pregunté mientras los veo confundida.

Unforgettable | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora