Tú Prostituto [L.S]

Capítulo 6

⩶⩶⩶ Devórame ⩶⩶⩶

Sabemos que Harry Styles es un gran empresario con varias caras y que podía tener todo lo que quisiese con tan solo un chasquido de dedos hablamos de mujeres, drogas, bebidas, autos, lo que él quisiera él tendría y disfrutaba en un 200% ese hermoso poder por sobre todos. Sus deseos sexuales fueron cumplidos uno por uno, una mujer tras otra y a veces varias de ellas a la vez solo para él; pero últimamente no podía encontrar ese punto de placer sexual y carnal que tanto disfrutaba, sus estándares eran increíblemente altos, no era fácil satisfacer a un hombre que había probado tantos cuerpos femeninos como se puedan imaginar, es más hubo veces que al llegar al clímax con las mujeres más dotadas podía llegar a ver el rostro de este muchacho con su mirada vendada su respiración a mil acabando una y otra y otra vez, maldito desgraciado, Harry solo estaba probando si era conveniente tenerlo aun en su prostíbulo y este desgraciado se metió en su mente intentando ¿qué? ¿Seducirlo? Esto no se quedaría así, se sacaría las ganas como hizo con todas esas mujeres, corrompería a ese muchacho de la manera más guarra que pudiera y todo acabaría ahí. No tendría problema de que fuese un hombre, nunca se había sentido atraído por uno, pero no tenía que darle explicaciones a nadie, él era dueño de todo.

Louis escucho ese ruido estruendoso azotando el suelo de la habitación y sus piernas comenzaron a temblar tanto que no pudo mantenerse de pie y tuvo que arrodillarse, aun no estaba seguro si era miedo, ansiedad o qué diablos era lo que le sucedía a su cuerpo.

- Entra. – ordeno Harry en un tono bastante serio.

El menor se acercó lentamente intuyendo que estaba cerca del centro de la sala, se detuvo esperando aún más órdenes y rogando no ser humillado no porque le molestara eso precisamente, sino que aún no lograba superar sus raras reacciones de su cuerpo ante la humillación que le hacia este hombre

– ¿Alguna vez jugaste con esto? – Harry acaricio el pecho de Louis con los pequeños trozos de cuero que colgaban al extremo del látigo, recibió como respuesta un sobresalto de susto. – Me vuelve loco verte temblar y aun no te das cuenta que más te asustas más me pones. – Gruño y lo jalo fuertemente del cabello obligándolo a ponerse en cuatro sobre un sofá – Tienes que parar de seducirme o terminaras mal.

- Pe-pero yo n-no – Louis intento defenderse de la acusación de ser provocador con su jefe.

- ¿Qué? – Harry sin pensarlo le pego con el látigo sobre el boxes que traía, pero nada de eso provoco un grito de dolor, solo hizo tensar el cuerpo del menor arqueando su columna y un leve suspiro. - ¿Así que este tipo de cosas te gustan? eh... - esta vez acaricio el elástico de la prenda ajustada que tapaba su trasero soltando el látigo por algún lugar de la habitación. – Me agradas no te has quejado ni un poco de lo que te hice, o acaso ¿me odias por esto? – Harry quería que lo odiara quería humillarlo un poco mas.

- Yo... yo soy su-suyo – Louis comenzó a sentir su cuerpo arder, las caricias lo estaban matando lentamente, estaba en fuego puro y su cuerpo necesitaba más de ese mal hombre que quería azotar su carnoso trasero – Por fa-favor... devo-devoreme - ¿Su cordura? Pues al demonio.

Harry apretó los dientes con algo de rabia y lujuria, despojo al menor de su ropa interior de un tirón observando esa piel tan frágil y a la vez tan lujuriosa. Acerco una ampolla con un contenido morado.

- Ten, trágate esto – Harry introdujo esa ampolla sin piedad dentro del trasero del menor recibiendo como respuesta un gruñido y luego un leve suspiro. – Esto hará que te sientas increíblemente bien, tu calor derretirá la capsula que envuelve la droga. – le explicaba mientras lo observaba moverse sobre el sofá, por ultimo le coloco el anillo en su pene, donde no lo dejaría correrse a menos que Harry se lo permita. El trasero de Louis estaba inquieto, ansioso y con el pasar de los segundos comenzó a derretirse la capsula dentro de él; el líquido era escurridizo y caliente o quizás las paredes internas de Louis estaban entrando en calor. Su pene estaba muy erecto la sangre ya no lograba circular con normalidad, su velocidad era increíble.