________ Caswell, es una chica de 15 años a punto de cumplir los 16, amante de los dibujos animados, refugiándose mucho en ellos.
De un día para otro se transporta a un nuevo mundo, sin darse cuenta de que se enamoraría y cambiaría aquel cuento de h...
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₍ᐢ᳞ᐢ₎ ❛La maldición°୭̥
Narra Merlín:
¡Esto es inaudito!, ¡Ridículo, totalmente Ridículo!.
Osea, encima de que la ayudamos nos agradece de esta manera, bueno también tuvimos la culpa por atacarla.
¡Pero aún así!, ¡¿Cómo íbamos a saberlo?! Parecía una bruja.
Todo el mundo sabe que una princesa no luce como una bruja.
En fin, aún recuerdo ese día.
Flashback (¿así se escribía no?:v):
Estábamos frente a la Excálibur, Arturo trataba de sacarla mientras nosotros mirábamos la escena aburridos.
Hans: Arturo ya ríndete, no podrás sacarla
Arturo: ¡No lo haré! —agarro el mango de la espada y lo jaló.
Todos suspiramos aburridos.
Hasta que vimos que en el pueblo estaba incendiándose.
-Arturo debemos irnos —lo jale del brazo.
El iba a a quejarse hasta que se dió cuenta al ver el humo.
Corrimos lo más rápido hasta el pueblo, al estar cerca los pueblerinos comenzaron a decir que estaban salvados, incluso nos alentaban.
-acabemos con esto —saque dos de mis hechizos y comenzamos a atacar.
Así estuvimos hasta que llegamos a un castillo, el dragón estaba por atacar a una princesa hasta que lo detenimos.
-¿Está bien? —me arrodillé y le ofrecí mi mano.
Aunque después de alzó su rostro me levanté bruscamente, todos se pusieron en posición de ataque, pensábamos que era una bruja.
Así que la atacamos, pero nos equivocamos.
Arturo: vámonos —nos dimos la vuelta para luego irnos.
Todo estaba bien por esos segundos, hasta que escuchamos la voz de aquella "bruja".
"Bruja": Ustedes siete intrépidos, ¿Creen que solo la apariencia es necesaria?, Se equivocan —todos ignoramos sus palabras—, cualquiera que los vea, no los verán como apuestos principes desde hoy, solo un beso de la mujer más hermosa del mundo podrá deshacer la maldición
Y así fue, una luz verde nos cubría, al darnos cuenta ya no éramos altos, mi piel era verde, y no solo mía, si no también de los chicos.
Jack: ¡¿Que paso con mi rostro?! —grito mirándose en el espejo horrorizado.
