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Naruto y Kaiyo se encontraban en medio de una cena antes de que la castaña regresara esta vez sí a su departamento.
—Ya dime, Kaiyo —Pronunció el ojiazul con picardía. —¿Por qué has regresado a la aldea?
La castaña sonrió de lado mientras comía su bola de arroz con los ojos cerrados.
—Sólo quise pasar de visita a ver al héroe de Konoha —Se encogió de hombros. —Y a decirte que por fin pude dominar el dōjutsu de mi clan —Esto último lo dice un poco más bajo con una sonrisa juguetona.
—Oeeee... Nunca me dijiste que podías hacer con ellos dattebayo —Sonrió el rubio.
La Honda negó con la cabeza.
—No puedo decirte, Bakaruto —Sacó la lengua divertida mientras Naruto se lamentaba.
Justo cuando un desafío de pucheros iba a desatarse entre los dos mejores amigos, el sonido de la puerta los interrumpe.
—Abro yo.
La castaña se pone de pie y abre rápido la puerta encontrándose de nuevo con el chico pelinegro de hace dos días.
—Oh, tú debes ser Shikamaru ¿no? —Le sonrió de lado achinando sus ojos mientras escondía sus manos detrás de su espalda. —Pasa —Se hace a un lado y el Nara intentó no colocarse nervioso.
—¡Ey! ¡Shikamaru! ¿Qué te trae por aquí, dattebayo? —El Uzumaki trato de ocultar la obvia mirada de "¿En serio?" que le quiso dar al azabache.
—¡Oh! Pues ya ves —Shikamaru pasa sus manos por su nuca. —Sólo pasaba por aquí y quise saludarte, pero veo que no estas sólo, tal vez deba regresar en otro momento.
—No se preocupen, yo ya me iba —Se despide la chica tomando su bolso. —Comete todo, Naruto, no quiero tener que criarte de nuevo —Le sacó la lengua al Uzumaki.
—Debes vivir muy lejos ¿no crees que será mejor quedarte y tal vez luego si quieres te acompaño a casa —El azabache se encogió de hombros.
Kaiyo rió por lo bajo. —No te preocupes Nara, vivo justo a lado de Naruto, pero suerte la próxima —Se despidió del rubio y salió del apartamento.
Naruto suspiró. —Genial, Shikamaru, ahora ya sabes dónde vive ¿qué sigue? ¿Vendrás a verla a las dos de la mañana?
—¿Por qué haría eso?
—Porque desde que la viste estás muy interesado en ella, ya te lo dije...
—Lo que yo haga o deje de hacer con mi vida, no es asunto tuyo, Naruto —El Nara ya se encontraba de mal humor respecto a las observaciones de su amigo.
¿Por qué no le deja hacer su trabajo en paz?
—Tu vida no es asunto mío, pero la vida de ella sí lo es, es como una hermana para mí dattebayo —Lo miró con una pizca de seriedad. —Solo es una advertencia, tú decides lo que quieras que pase en tu futuro.
—Que fastidio —Se dijo para sí mismo el Nara. —Lo tendré en cuenta, Naruto, ahora ¿qué te parece si me dejas saber un poco más de tu hermanita? —Soltó burlón.
Naruto rió con fuerza. —Eso averigualo tú, genio Nara —Se cruzó de brazos dándole la espalda.
—Ya, no me lo dejarás fácil ¿uh? —El rubio negó. —¿Y si te invito a Ichiraku? —Los ojos del rubio brillaron cual diamantes a pesar de haber cenado ya con su amiga.
—Bien, supongo que puedo darte algunos datos no tan relevantes —El azabache ríe mientras Naruto se pone sus zapatos listo para irse con su amigo.
🍜☁🐾
Kaiyo se encontraba a punto de irse a dormir, había escuchado perfectamente cuando Naruto y el otro ninja se habían ido a Ichiraku por un tazón de ramen, mientras esperaba a que el rubio regrese para saber si estaba bien, se dedicó a dibujar un poco de la aldea desde su balcón, pero sus intentos habían sido interrumpidos por una gran águila que aterrizó con elegancia en el barandal de su ventana, una nota se encontraba atada a su pata y no dudó en tomarla.
Me enteré de que estás de visita en la aldea, saluda al tonto por mí, te veo luego, ya sabes.
Las mejillas de Kaiyo se tornaron rojas al identificar la letra del único Uchiha sobreviviente.
Había conocido al pelinegro en una misión que tuvo el equipo 7 en la aldea donde ella se encontraba de visita, había reconocido a Naruto así que fue a saludar, Sasuke fue el primer flechazo que Kaiyo tuvo en la niñez, pero desgraciadamente en esa entonces Sasuke solo estaba interesado en su venganza.
Tiempo después volvió a encontrarse al Uchiha en una de las tantas aventuras que el tuvo con el equipo proclamado como "Taka" y en una pesada noche de tragos ella le había confesado su gran enamoramiento acabando esto en la habitación que había rentado para pasar la noche con los dos entre las mismas sabanas.
Para la mañana siguiente cuando los dos recobraron la conciencia y el pudor, Kaiyo le había pedido disculpas a Sasuke por las molestias que causo y el Uchiha terminó pidiéndole que olvidara lo que había pasado, dejando así el corazón roto de Kaiyo a mitad de una secuencia de disculpas casi mudo.
Para sorpresa de la Honda, Sasuke nunca dejó de contactarla, formando así algo parecido a una amistad.
Sí le preguntan ahora ella dirá que sus sentimientos por Sasuke están completamente extintos y ahora solo siente un amor fraternal por el pelinegro, pero si eso es verdad o no solamente lo sabe ella.
Cuando los pasos de Naruto y Shikamaru se escucharon en la habitación de a lado, ya más tranquila por el regreso de ambos chicos se acostó a dormir aún pensando en si debía contestarle o no la carta a Sasuke.
