_____ Arlet, la futura presidenta de la gerencia de exportación de Arlets Export S.A se topará con un socio que no solo le hará experimentar cosas que nunca antes ha sentido, sino que la hará vivir una experiencia totalmente fuera de su zona de conf...
Después de la invitación del señor Levi me dirijo a mi oficina, me relajo un poco de saber que hice bien mi primer trabajo, mi alma está ahora más tranquila.
Mi siguiente preocupación es a qué se debe la invitación de mañana, espero que no sea a tomar puntos que no hicimos ahora porque considero que todo quedó perfecto, si hay algo más puede que me quede en blanco.
-¿Cómo te ha ido?- un eufórico Armin entra gritando y brincando, más emocionado que yo. -Excelente, cerramos el trato y solo debemos esperar a la revisión del contrato para firmarlo, después seremos oficialmente socios. -Pero ven, ¡abrázame!, esto tenemos que festejarlo.
Abrazo a mi hermano con todas mis fuerzas, si no fuera porque estamos en la oficina juro que lloraría. Al separarnos noto que Sasha se acerca con su libreta en mano, supongo querrá aclarar algunos puntos de sus anotaciones así que mientras Armin sale, me siento para darle paso.
-Hange me ha pedido su contacto personal, se lo he proporcionado pero quería verificar que no he hecho mal -me informa Sasha tranquilamente. -No te preocupes, de hecho iba a llamarte para que lo hicieras. -Ya hable con el señor Braun, me dijo que se comunicaba por la noche. -Muchas gracias Sasha, por todo. -Igual me debes una cena -Pero por su puesto que sí, nunca dudes que compensaré tu trabajo y fidelidad con comida -Que delicioso es ser responsable- dice mientras soba su estómago y mira al techo- -¡Basta!, babearas mi oficina -Le digo mientras río e intento sacarla de aquí-
Al salir, me encuentro con la calida mirada de mi padre, me mira a lo lejos con una pequeña sonrisa y a su lado está Levi, supongo que se tomó la molestia de buscarlo para informarle en qué términos quedamos, es gracioso pues mi papá le saca una cabeza a aquel atractivo azabache.
Al parecer estamos del mismo tamaño, pero no lo sabré aún porque mis tacones me dan ventaja frente al pequeño empresario.
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Al llegar la tarde me desvisto y me meto en la tina, necesito un momento de relajación, estoy tan feliz por el éxito. Debo de admitir que me sentí nerviosa cuando aquel hombre de cabello negro y ojos azul grisáceo posó su vista sobre mi anunciando que el era quien estaba esperando.
Si bien al inicio de la conversación me sentía incómoda, este sentimiento desapareció con el tiempo, me llené de seguridad y contesté todas sus interrogantes sin ningún problema. Además de que su voz tan profunda, además de hacerme temblar internamente, me da paz.
Unos golpeteos en la puerta del baño me hacen salir de mis pensamientos, es mi hermano, quién me habla del mismo tiempo que toca para llamar mi atención.
-¿Disculpe hermosa señorita, le gustaría salir conmigo esta noche? -Por su puesto que sí, apuesto caballero -respondo divertida ante su dulce tono de voz. -Entonces termine su baño y use ropa muy cómoda, le tengo una sorpresa.
