The Cut that Always Bleed

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Minho no estaba bien. No se sentía bien y ya ni siquiera aprentaba estar bien. El rechazo de Chan esa mañana luego del beso, fue más de lo que pudo soportar. Minho decidió darle tiempo. Sabía que las cosas iban a ser difíciles luego de eso, pero no pensó que todo se fuera a extender tanto. Minho pensó que todo sería cuestión de semanas antes de poder hablar de nuevo de manera normal con Chan, pero no lo fue. Minho a partir de esa mañana, estuvo solo. A veces hablaba con Changbin, pero no era lo mismo. Era un buen amigo, pero Minho seguía sin sentirse bien. Varias veces habló con Jeongin o Hyunjin, pero ni siquiera eso lo hacía sentir mejor. ¿Cómo podría sentirse mejor?

La verdad es que no había manera de sentirse bien cuando Chan lo estaba ignorando todo el tiempo. Las primeras semanas pensó que era normal. Se le acababa de confesar a su mejor amigo. Era obvio que el mayor necesitaba un poco de tiempo para procesar lo dicho. Minho lo tomó con calma, aunque eso no le quitaba la tristeza. Al mes, Minho comenzó a preocuparse, pero solo un poco. De seguro Chan solo estaba buscando una manera de hablarle. Pero el tiempo siguió pasando y Chan ni siquiera se le acercaba. Cuando él trataba de acercase al mayor, este se iba. Y podía ver el rostro de confusión de Sana, la novia de Chan, pero suponía que algo sobre una pelea absurda le tuvo que haber inventado. El tiempo solo pasó y Minho no podía aguantarlo.

Estaban a un mes de graduarse e irse a la Universidad, y Chan seguía sin hablarle. Eso era demasiado tiempo sin hablarse. A Minho le dolía, pero no es que pudiera hacer mucho. Se acercaba y Chan huía. Era obvio que no podía hacer nada, pero si Chan iba a estar de esa manera, Minho también tomaría una decisión.

Fue una noche. Milagrosamente todos estaban cenando en familia, como se supone que fuera. Realmente solo comían. Para esas pocas ocasiones sus padres nunca se molestaban en preguntarle sobre la escuela o cómo le iba en la vida. Minho estaba seguro que ni siquiera un buenas noches antes de comenzar a cenar sale de sus labios. Minho solo había dado tres bocados a su cena cuando dejó los cubiertos de lado y levantó la mirada para hablarle a sus padres.

-Quiero estudiar en Japón. -fue solo cuestión de segundos para que sus padres levantaran la vista también y lo observaran confundidos por unos segundos.

-¿Qué? -pregunta su madre.

-Quiero estudiar en Japón. -repite.

-¿Así? ¿Solo de la nada? -le habla su madre de nuevo. -No hay forma de prepararse para eso ahora. Es...

-Hay una muy buena Universidad en Japón que educa en Administración de Empresas. Es buena y al menos el noventa por ciento de las personas que estudian ahí consiguen un buen trabajo, ya sea en Japón o en alguna parte del mundo. Podría ir a estudiar ahí.

-Puedes enviarme todo la información y la verifico mañana. Si lo encuentro bien, podemos organizar todo. -le dice su padre. -Veo que por fin piensas un poco. -es lo último que le dice.

Luego de esas palabras, nadie habló de nuevo y siguieron la cena en silencio. Ya estaba hecho. Todo sería mejor de esa manera. Con eso en mente, terminó la cena y subió a su habitación para tirarse en su cama. Estuvo tirado en la cama unos seis minutos sin hacer nada cuando su celular comenzó a sonar. Era una vídeo llamada. Al ver quien era, se sentó en su cama de manera recta y contestó de manera normal.

-Hola Minho.

-¿Qué tal Jeongin? ¿Te trata bien la vida?

-Supongo. Es bueno acá. ¿Qué tal a ti? ¿Ya te habla Chan?

-No, y sinceramente no creo que lo vuelva a hacer.

-Son mejores amigos. Ya se le pasará. -opina sonriendo.

-No creo que sea ideal que hables de eso. -dice refiriéndose a Hyunjin.

-Si, bueno, eso es diferente. Yo huí y él también.

Two boys, one sweater and other sad thingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora