Grow

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Cuando Minho pisó fuera del avión, se sintió bien. Regresar al lugar de donde viene no parecía tan malo como sonaba en su mente. Sonriendo un poco decidió que era momento de continuar su camino y regresar a donde alguna vez fue feliz. Por el momento no quería regresar al pueblo, así que se quedaría en Seúl en un hotel mientras encontraba un lugar el cual alquilar con sus dos amigos cuando ellos llegaran a Corea.

Tomó un taxi para llegar al lugar y acomodó unas pocas cosas fuera de la maleta un vez llegó ya que no estaría ahí mucho tiempo. Aprovechando que estaba en Seúl, llamó a Jeongin recordando esa especie de promesa que habían hecho hace algunos años.

-¡Minho! ¿Qué tal? No hablamos desde hace unas semanas. ¿Puedes hacer vídeo llamada?

-Claro. Dame un segundo. -dice y aleja su celular para poder activar el modo de vídeo llamada. -Muy lindo Yang Jeongin.

-Gracias. Oye, esa no es tu casa. ¿Dónde estás?

-Un hotel.

-¿Qué? -Jeongin pone rostro confundido y Minho se ríe.

-Larga historia, pero te la resumo. Mingi me engañó. Parece que no sirvo para relaciones que el segundo novio que tengo también me engañó.  -se ríe un poco. -Estoy en Seúl.

-¡¿Corea?! -medio grita Jeongin, pero luego se tapa la boca algo avergonzado. -¿De verdad?

-Si. Creo que era bueno volver.

-¿Y cómo estás?

-Bastante bien. Acabo de llegar y no pienso ir al pueblo solo. Seungmin y Felix también vendrán, pero ellos llegan en unas dos semanas.

-Ah. Tus amigos de Japón. ¿Cierto? -y Minho asiente. -Supongo que me tomas por sorpresa, pero me encantaría ir. ¿Cuando irás al pueblo?

-Tal vez cuando Seungmin y Felix lleguen.

-Bien. ¿Cuándo llegan ellos? Quiero ir también.

-¿Seguro?

-Por supuesto. Siempre cumplo mis promesas. -y sonríe un poco.

-Bien. Te enviaré la información del vuelo de los chicos para que llegues a una hora cercana.

-Gracias. -y ambos se ríen un poco. -¿Y no se siente pues... extraño?

-Algo, supongo. Son demasiados años fuera.

-Yo llevo fuera más tiempo. No me quiero imaginar cómo se sentirá eso. -toma una pequeña pausa. -¿Piensas contactar con Chan?

-Si. Quisiera hablar con él, pero no sé si sigue en el pueblo. Supongo que tendré que averiguarlo cuando vaya.

-Claro. -suspira. -Te dejo. Ya sabes, diferencia horaria. Tengo algunas cosas que hacer acá.

-Claro. Suerte en eso. -ambos sacuden sus manos en forma de despedida y cuelgan.

Minho se tiró de espaldas en la cama. Aún era la tarde y no estaba cansado. Tenía ganas de hacer algo así que hizo una llamada más.

-Hola Changbin.

-Qué sorpresa que me llames. Los sábados casi siempre estás en tus citas románticas con Mingi. -le recrimina y Minho se ríe. -¿Para qué me haz convocado?

-Terminé con Mingi.

-¿Y eso? A este paso creí que iban a casarse pronto.

-Me estaba engañando. Lo descubrí hace unos días.

-Qué patán. -dice y Minho se ríe. -No creo que hayas llamado solo para eso. ¿Qué necesitas?

-¿Qué haces?

Two boys, one sweater and other sad thingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora