¿Intenciones Ocultas?

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En la casa Wang imperaba el silencio, las personas que se encontraban allí estaban en shock ante la sorpresiva escena, ver a He Sean no solo cargar a su hijo sino acurrucarlo entre sus brazos fue tan chocante como sorprendete, incluso Wang Yibo estaba en un estado en el que no supo que decir o hacer.

Zhan sostuvo al pequeño Tian Tian entre sus brazos, acobijandolo con calidez y ternura, sostenía su pequeño cuerpo con tanta delicadeza que gradualmente el llanto del niño empezó a cesar, solo cuando no hubo más sonido de pequeños lamento fue cuando Zhan entró en razón y notó las manitos que se aferraban a su cuello con fuerzas, pero lo que más notó fueron las miradas de asombro de los presentes, en ese instante se dio cuenta que había cometido un gran error.

- ¡Tu!.- Zhan fingió fastidio mientras observaba a Yibo.- ¿Tan incompetente eres que no sabes como callar a un niño?.

- ¡Dame a mi hijo!.- Yibo se lo arrebató.

- Papi...- El pequeño Tian extendió sus manitos hacia Zhan.

- Ya eres un niño grande.- Zhan lo observó.- Así que actúa como tal y deja de estar lloriqueando.- Se dio la vuelta para marcharse.

- ¡Tu!...- La señora Wang trató de detenerlo.

- Una última cosa...madre...- Zhan se dio la vuelta.- Le recuerdo que aunque usted sea la madre de Yibo...esta es mi casa y a mi casa nadie viene a faltarme el respeto, esta vez lo dejare pasar pero no creo que suceda una próxima vez...

- ¿Me estas amenazando?.- La señora Wang sonrió con enojo.

- No...- Zhan dibujó media sonrisa.- Pero no creo que a papá Wang le agrade mucho saber como me ha tratado este día, las cosas que me ha dicho y como afectó a su nieto consentido.

- ¡Eres un...!

- Suficiente mamá.- Yibo la interrumpió.- Te dije que no frente a mi hijo, no quiero discusiones frente a Tian, nunca me ha gustado eso y siempre lo evito.

- Pero cariño...- La señora Wang se sintió frustrada.

- ¡Se acabó!.- Yibo acarició el pelo de su hijo.- Está bien Tian Tian, todo está bien.

- ¿Ya no le gritaran a papi?.- El pequeño limpio sus lágrimas con las mangas de su suéter

- Ya no...- Yibo sonrió y besó su mejilla.

- Esta bien.- La señora Wang suspiró.- Ya no diré nada.

- Yo me retiro.- Zhan observó a la señora Wang.- Queda en su casa...madre...

Zhan se alejó dejando tras el a una furiosa señora Wang la cual se había mordido la lengua y las ganas de detrozarlo con sus propias manos, a un Yibo enojado que lo veía con odio y a un Tian Tian sollozante que lo veía con preocupación y anhelo.

Nuevamente Zhan se encerraba en su habitación, aquel lugar se había vuelto su refugio desde que había llegado a aquella casa, allí se podía esconder y dejar libre toda la frustración que contenía al tener que pasar por aquella situación.

La pelea con la señora Wang lo había dejado afectado, nunca había sido irrespetuoso con las personas, mucho menos con las personas mayores, Zhan se sintió triste al tener que tratar de esa manera a aquella señora que lo único que quería era el bienestar de su hijo.

En aquel momento una cruda verdad lo hizo despertar, aquella misión que tenía que cumplir sin dudas sería mucho más difícil de lo imaginado. No había duda alguna He Sean era más que odiado en aquel lugar, lo percibía y sentía, las personas que lo rodeaban solo podían transmitir una sensación de desprecio, incluso el personal de aquel lugar parecía sentir odio hacia su persona.

Adorado Suplente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora