Venganza.

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La calidez de la habitación mezclada con la tibieza de las sábanas lograban finalmente sacar de su letargo a Xiao Zhan, con suavidad frotó sus ojos los cuales se sentían pesados, su garganta estaba seca y su cabeza un poco atontada.

Se quedó viendo hacia el techo por unos segundos tratando de asimilar que había ocurrido, estaba tan confundido que no entendía nada, sus ojos se pasearon por el lugar en una rápida barrida, en el momento en que vio las largas cortinas color beige cubrir los ventanales fue cuando finalmente cayó en cuenta, se incorporó con lentitud tratando de no ser aturdido por el mareo, de nuevo barrió el lugar con su vista el cual a pesar de estar un poco a oscuras la visibilidad era buena.

Sus ojos se fijaron en la silueta que reposaba tranquilamente sobre el sillón mientras, Wang Yibo se encontraba allí revisando su móvil, llevaba la vestimenta de la noche pasada la cual había sido lavada y planchada por el personal, a su lado en la pequeña mesa de comedor un desayuno servido, Zhan se levantó con lentitud de aquella cama y dio algunos pasos hacia Yibo en silencio, de nuevo volvió a barrer el lugar con su vista.

- Tu ropa está ahí.- Yibo apuntó tras Zhan.- También está limpia así que puedes colocartela sin problemas.

- Creí haberte dicho anoche que podía quedarme aquí solo.- Zhan habló en tono bajo.

- Claro...- Yibo arqueo una ceja.- Y que me responsabilizarán de lo que te fuera a ocurrir.

- Nadie lo haría.

- Si como no, dicelo a mi padre.

- Bien...- Zhan apuntó a la salida.- Entonces gracias y adiós, puedo regresar a casa por mis propios pies.

- ¿Se puede saber por qué estás tan a la defensiva?.- Yibo se quedó viéndolo.

- No lo sé...- Se encogió de hombro.- Quizás es mi estado normal.

- No lo dudo.- Yibo bajó la mirada a su móvil.- Alistate y toma el desayuno, te llevaré a casa.

- Dije que yo...

- Nuestro hijo está preguntando por ti desde la mañana así que apurate en regresar, no lo angusties.

- Bien...

Xiao Zhan no objetó más y tomando sus pertenecías camino hacia el cuarto de baño, tampoco era como si tuviera el ánimo suficiente para enfrascarse en una discusión con Yibo, aquella mañana se sentía muy débil, completamente agotado.

Después de haber tomado una relajante ducha la cual le sirvió para levantar su ánimo Zhan secaba su pelo frente al tocador, fue en ese momento que notó algo extraño, se quedó viendo fijamente su reflejo en el espejo, en su cuello justo sobre su clavícula derecha había un pequeño pero notable moretón, llevó sus dedos a él y lo frotó con suavidad notando que no dolía, luego de haber tomado la medicina la noche anterior, no tenía recuerdo alguno de lo ocurrido ¿Que había pasado?

Una vez ya listo salía del cuarto de baño de nuevo en silencio mientras pensaba en la procedencia de aquel moretón, de repente sus ojos se fijaron en Wang Yibo el cual parecía apacible y no sabe porque empezó a sentirse inquieto.

- Oye...

- ¿Si?.- Yibo levantó la mirada.

- ¿Anoche...?.- Zhan trago pesadamente.- ¿Ocurrió algo anoche?

- No entiendo.- Yibo se encogió de hombros.

- Bu...bueno...- Zhan empezaba a ponerse nervioso.

- ¿Se supone que algo debía ocurrir?.- Yibo arqueo una ceja.

- ¡No!...- Zhan parpadeo.- Claro que no...

Adorado Suplente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora