Incomodidad.

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La fría temperatura se mezclaba con la tibieza de los rayos del sol creando una agradable combinación en el viento el cual fluía por aquella campiña francesa provocando que los campos de lavandas se agitaran formando un armonioso y placentero sonido.

Debajo de un gacebo de madera y acompañados de una buena fría botella de vino de fina calidad se encontraba un par de amantes en medio de una sección de besos candentes, una pesada y peluda manta cubría sus cuerpos desde sus cintura dejando sus desnudos torsos descubiertos.

El frío no presentaba molestia alguna ya que la fricción de sus cuerpos había creado la temperatura perfecta para ellos, tampoco le importaba el exibicionismo ya que tenía aquel lugar completamente solo para ellos.

He Sean y su amante disfrutaban de su estadía en aquella campiña, días atrás habían llegado a Francia para lo que sería "El tour de la aventura" Como He Sean lo llamó, viajarían juntos, se divertirán, jugarían y harían el amor cuantas veces quisieran, esta vez no había motivos para frenarse o detenerse.

- Sean...cariño...¿Podrias darme un respiro?.- Respiraba agitadamente.- Creo que sería bueno detenernos.

- Nos detendremos cuando yo quiera...- Propinó una mordida en su cuello.

- Tenemos todo el tiempo para hacerlo pero si continuas drenandome de esta manera no creo poder complacerte más adelante.

- Eso no es cierto.- Sean unió sus frentes, sonrió y susurró.- Eres todo un semental, sino lo fueras no estarías a mi lado, creeme.

- ¿Eso quiere decir que solo te gusto porque puedo satisfacer tus deseos?.- Arqueo una ceja.

- Así es...- Se alejó para verlo al rostro.- Sabes como satisfacerme y hacerme feliz por lo tanto te mantengo a mi lado.

- ¿Quiere decir que si en algún momento llegase otro que lo haga mejor tu me tirarías a la basura?

- Eso...- Se quedó pensativo.- No creo que suceda...

- ¿Ah no?

- No creo que haya alguien que te supere.- Sonrió.- Contigo fue mi primera vez y aunque antes estuve con otros más siempre regresé contigo...- Picó su nariz.- ¿No te dice eso algo?.- Se acercó a su oído.- Nadie te supera.

- O quizás la razón es que estas enamorado de mi.

- ¿Enamorado?...- Se carcajeo.- Cariño eso del amor no me sirve para nada por lo tanto no me importa.

-.......

- El amor vuelve a las personas estúpidas y débiles, eso no va conmigo, así como estamos es mejor.- Se acercó y besó su cuello.- Sin compromiso alguno, sin ataduras, sin incluir sentimientos.

- Pero...- Su voz era baja.- Yo si estoy enamorado de ti...lo he estado desde siempre y por eso te he seguido ciegamente hasta el final...

-........- Sean dejó reposar su mentón en el hombro de su amante y se quedó en silencio.

- Sean...- Sonrió.- Lo que te acabo de decir...no lo tomes muy en serio, soy consciente de tu postura ante este tema así que no te preocupes, prometo que no dejaré que mis sentimientos interfieran y puedo jurar que así como estamos...estoy bien con eso.

- ¿Has escuchado este dicho?.- Sean veía hacia un punto fijo.- El que se enamora pierde...- Suspiró, cerró sus ojos y recostó su cabeza del hombro de su amante.- Eres un tonto...estoy agotado, vamos a dormir un rato.

He Sean cerró sus ojos, más no durmió, aunque no quería pensar en ello las palabras de su amante daban vueltas y vueltas en su cabeza.

El amor no era una prioridad en su vida, incluso lo creía inexistente, no era capaz de entregarlo y mucho menos recibirlo ¿Cómo sabría manejar eso del amor cuando en toda su vida no lo había experimentado? Ni siquiera lo recibió de sus padres aquellos que se suponían y debían amarlo más que cualquiera en todo el universo.

Adorado Suplente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora